TARA contra TARA
El cabronazo de mi jefe alega que no hay indicios de acoso. El comportamiento del resto de funcionarios del museo canario donde trabajo de conserje, como si yo no supiera que le obligaron a contratarme para cumplir la norma de la cuota de empleo del 2 por 100 a favor de trabajadores discapacitado. Padezco de lipedema, aunque no en grado suficiente para causar incapacidad permanente. Lo peor que llevo es la hipocresía de disfrazar la repulsión que provoco con muestras de aparente cortesía. Aguanto con estoicismo las visitas educativas de los escolares. “Elefanta” es el piropo más suave de los angelitos.
En cambio, para Tara, encerrada en su urna de cristal, todo eran halagos por la forma esbelta de su cuello coronada por la pequeña cabeza de rasgos inexpresivos; por su vientre plano y cintura mínima; por la vulva rojiza que muestra sin pudor; por el color de almagre de su piel de arcilla, y sobre todo, por el volumen mórbido de sus extremidades. Tara era la principal atracción de este circo y ahora noticia de informativos nacionales: “Acto vandálico en el Museo Canario del destrozo en mil pedazos del ídolo de Tara, figura antropomorfa de terracota vestigio de los antiguos pobladores de la isla”.
Estaba esperando tu aportación, amiga. Y no me ha defraudado, como ya anticipaba en caso de que participaras en este microrreto.
ResponderEliminarCuánta verdad encierra este estupendo micro. Muchas veces se alaba una representación de algo que, a la vista de algunos, podría parecer anómalo y hasta cierto punto repulsivo, mientras que se repudia a alguien de carne y hueso que comparte alguna semejanza, por pequeña que sea. A una talla de madera o una escultura de arcilla se le pueden atribuir símbolos de distinto tipo, lo que le da valor, y a un ser humano solo se le atribuyen los defectos físicos.
Al margen de esta reflexión, tu relato me ha parecido muy bueno y oportuno, alejándote de los clásicos mitos épicos.
Un abrazo.
Hola Josep. No quise ser demasiado enciclopédica con el mito e inventé situaciones, puesto que el ídolo de Tara no ha sufrido ningún percance por fortuna, ahi sigue acumulando siglos en el museo canario de Las Palmas desde que encontraron la figura cuentan que en una cueva del municipio de Telde, en Tara, aunque hay otro municipio de la isla, el de Gáldar, en que algunos expertos apuntan el hallazgo. Ya ves, agunos pueblos se pelean por su equipo de fútbol y nosotros por una figurilla de barro de la época prehispánica jeje
EliminarNo conocía esa enfermedad, pero bien podría ser lo que padecía el ídolo venerado por todos. No me extraña que Tara, la conserje, le tenga cierta inquina. Mientras el ídolo recibe halagos, ella solo recibe burlas. Muy buen micro.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa. Los historiadores creen que los aborígenes canarios lo consideraban una especie de diosa de la fertilidad, aunque tambien podría ser por su figura a causa del rito de cebar a las novias antes de matrimoniarlas y mantenerlas quietas en unas especies de nichos para su engorde.
EliminarAntes de participar e nuestro Tintero no escribía micros, y aprendí a dosificar la información (o eso intento) y que el título forme parte de la mini historia, así que cada cual saque las conclusiones.
Un cariñoso abrazo, Rosa.
Estupendo, Isabel. Un micro muy acertado con una crítica clara y necesaria. Me ha encantado.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Marta. Un estupendo reto y una buena exposición la que nos has brindado.
EliminarUna buena excusa para clamar por una buena causa.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Albada. Fue lo que se me ocurrió, tengo dudas sobre si se ciñe a la propuesta del mito. Un abrazo, compañera.
EliminarMuy bueno. Muy mítico, y muy real. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Guille. Pues de mítico y real va la historia :)
EliminarMuy buen micro, Isabel. Por desgracia, nos queda mucho camino aún por andar en la normalización de las discapacidades. No nos damos cuenta de que, si nos examinasen a conciencia, a todos nos encontrarían alguna y no desaprovechamos la ocasión de creernos mejores que aquellos que no pueden disimular la discapacidad que padecen. Relatos como el tuyo ayudan a crear conciencia sobre estos delicados temas.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarEspero no haber hecho demasiado apología. Muchísimas gracias, Estrella, un abrazo y hasta pronto
La normalización de lo "distinto" es una asignatura todavía pendiente! Ya queda menos camino por recorrer! Las curvas de Tara son fantásticas! Un abrazo!
ResponderEliminar¡Vivan las curvas! :) Gracias marifelita
EliminarDidáctico como no podía ser menos por tu parte, estimada colega. He de confesarte que iniciada la lectura con ese párrafo a tope, pensé que entrarías a saco en el ¿mito? del engorde prematrimonial para las doncellas con algún aporte de la cinofagia también habitual por el norte del continente.
ResponderEliminarYa ví después que lo mencionas de pasada en un comentario. Me quedó un pelín de frustación, por ese cambio de lo cañero a lo didáctico en esa confrontación de Taras.
Gracias, un abrazo y salud
¡Gracias maestro! Pues fíjate, Javier, que intenté ser lo menos didáctica posible al menos en el cuerpo del relato, otra cosa es el intercambio enriquecedor de comentarios. Mi intención fue no ceñirme demasiado al mito (ídolo) por eso cambié de voz al final con el breve titular del periódico.
EliminarBueno, ya sabes que escribiendo se aprende, y agradezco los comentarios que me ayudan a mejorar o a reflexionar, pues me gusta saber que se siente o que sensación causa una historia.
Gracias a ti Javier, va un abrazo.
Hola Tara! Si tuviste que hacer un esfuerzo en utilizar menos palabras de las que acostumbras, te quedó magnífico. Además, didáctico y humano, esperanzador por hacer notar esa condición humana de denostar al otro.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Maty. Lo primero agradecerte y lo segundo regañarte. A ver para cuando una historia tuya en Tintero. Muackss.
EliminarPues parece que estés acostumbrada a escribir micros todos los días, porque te ha quedado magnífico.
ResponderEliminarVeo que te pasa como a mí, al principio, con la preocupación de ceñirte a las normas. Además de que sí lo has hecho, he de decirte que estos señores son absolutamente laxos en ese punto.
Un abrazo.
Bueno, las normas también están para romperlas jeje aunque sea un poquito. Gracias Macondo, más abrazos.
EliminarHola Isabel un interesante micro me ha gustado mucho. Y en cuanto a las novias y el engorde hace no tanto vi un noticia sobre ello en la actualidad que me llamo mucho la atención en cuanto a la pobre Tara de la actualidad que difícil situación y la Tara en arte lo pago. Un saludo.
ResponderEliminarHace poco algún tiempo, vi un documental sobre las granjas de engorde, "leblouth", en Mauritania, donnde se internaban a las niñas y jovencitas para que alcanzara "el punto ideal de engorde" que al hombre mauritano parece gustarle lo de tiempos actuales. La influencia de la zona sahariana africana y canarias en tiempos prehispánico, al parecer, era ua constante dada la cercanía con el archipiélago.
EliminarMuchas gracias, Ainhoa, un saludo, compañera,.
Hola, Isabel. Muy bien traído el mito a la realidad social. En tu micro cada letra cuenta. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro, Carmen. Cada letra tiene y frase tiene una intención, eso es lo que aprendí con los micros en Tintero. Un abrazo apretao
EliminarInteresante y como es costumbre al leer algo tuyo: muy bien escrito. Hay muchas cosas en tu micro a resaltar, por ejemplo presentarnos algo de la mitología de las Islas Canarias, la figura de Tara, venerada y admirada. Por otro lado, la crítica social ante políticas injustas de contratación, un porcentaje de lisiados, un porcentaje de mujeres, un porcentaje de gente de la tercera edad, tan solo lo suficiente para que no los tilden de discriminadores. Y la naturaleza humana en todo su esplendor, fijándonos en los defectos más que en las virtudes y la ira ciega con que la chica del museo arremete contra la efigie de Tara, buscando salida a su tristeza y enojo al ser objeto de burlas. Un micro para reflexionar. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar¡Qué pedazo comentario, Ana! Te lo agradezco mucho. Ya vi que escribiste otro micro, ando con el tiempo justo ultimamente pero desde que pueda que voy a por él. Graciassss
EliminarSiempre habrá vándalos que destruyen por ignorancia, incultos, o simplemente bárbaros joyas como Tara. Un placer leerte.
ResponderEliminarEs verdad, Nuria, tienes razón. Gracias compañera.
EliminarHola, Isabel. Estoy varios días dándole vueltas a los dos relatos que he hecho (uno de mitología griega y otro local) y ninguno me convence porque creo que no he captado el objetivo de lo que se propone, así que he empezado a leer algunos y no veo que cumplan exactamente la idea, así que he llegado al tuyo, que siempre es una garantía y, efectivamente, se trata de una metáfora sobre algún mito. Eso es lo que yo no hago porque lo que hago es contar una historia sobre el mito. Así que, fíjate, me has dado una clase sin palabras de cómo hacerlo, Me pondré a escribir, si puedo. Al lío, Tara contra Tara me ha parecido un relato muy potente de denuncia de una realidad. La metáfora del cuento perfecta y la solución de la Tara real es la lógica como venganza Aunque lo has dejado por ahí aclarado que por fortuna la Tara de la urna sigue incólume, algo que ya se imagina uno. Por cierto, conocía esa talla tan estupenda pues hace tiempo miré para ver de quien se trataba ese nombre. Perdón por este rollo. Un abrazo.
ResponderEliminarDiscáulpame por la tardanza Isan. Me da mucha rabia no disponer de tanto tiempo como me gustaría pero la circunstancias mandan. Me alegra que leas con tanta atención, ya que el título es premonitorio.
EliminarAún no he tenido tiempo de leer tu aporte, que seguro te habrá dado algún dolor de cabeza decidirte por el tema, modo y forma (a mí, sí), y desde luego, muchos de los aportes actúan como inspiración. Casi escribo uno sobre Narciso y un musculito de un gimnasio muy mirador de sí mismo... y al final lo descarté. Dejo la idea por aquí por si alguien la retoma.
Oye, de rollo nada. Un placer.
¡Ni se te ocurra destrozar a esa Tara de la urna! estréllale al director un altar votivo en su cabezota de intolerante, o a los niños graciosillos dales un susto de muerte disfrazádote de Guayota. A los compañeros lánzales alguna maldición para que se lo piensen dos veces. pero ¡No rompas esa imagen tan excitante; con vulva roja que me pone a cien!
ResponderEliminar:):):):) Besos
Tú sí que sabes ver la belleza donde fuera de los cánones establecidos, Francisco. Me has sacado un sonrisa.
EliminarQuerida compañera, nunca defraudas. Una lección estupenda. Muy bien escrita y enseñándoso a los extranjeros ignorantes sobre Tara, su mito y su figurita de terracota. Mi impresionó lo pequeñas que eran las cabezas de las figuras de la época, y lo pequeños que pueden ser algunos cerebros hoy en día. Un abrazo
ResponderEliminarNi eres extranjera ni eres ignorante, Juana. Eres cecana en literatura y humanidad. Sobre la cabeza pequeña del ídolo de Tara, hago una libre interpretación seguramente errónea desde el punto de vista de la actualidad. Los atributos femeninos relacionados con la procreación supongo que eran más poderosos que el cerebro de las mujeres mmm... no sé yo si,..
EliminarQuise decir: enseñándonos. Mis disculpas
ResponderEliminarEhh. Tengo un amigo que tiene eso. Elefantiasis dice él , edema de líquido linfático. Me lo explicó en la última cena de Navidad. Antes no sabía qué era exactamente. Tiene ya pantorrilla de 30 cm de diámetro, y la otra normal.
ResponderEliminarAhora ya sabemos de donde viene lo de Tara, que yo al menos , no lo sabía.
Todo el mundo acude en socorro del vencedor, en este caso la estatua. Nada nuevo bajo el sol. En el caso de discriminaciones positivas , y en este caso no estoy en desacuerdo. Pero claro, la gente es la gente, y no se puede pedir más. El pataleo siempre es reconfortante, aunque poco.
Abrazoo, Isabel ( iba a poner Tara , pero iba a resultar confuso😜
Cuando empecé con el blog, y ates incluso, me puse el "mote" de Tara por ser de mi tierra, el ídolo fue encontrado, cuentan, en un lugar cercano donde vivo, mismo municipio aunque no pueblo, y está representado en muchos lugares, por ejemplo ennlas baldosas de la avenida de la playa, enalgunas aceras, en rotondas, en collares y adornos y un largo etc,,, Hacía tiempo que le debía un pequeño homenaje a nuestra Tara y he aprovechado el micro.
EliminarSaludos afectuosos, Gabiliante
Muy buen micro, Isabel, en el que aúnas mito y defensa de las minorías (en este caso por minusvalía). Es descorazonador seguir comprobando en la actualidad cuánta educación falta aún en nuestra sociedad, porque "cultura" lo que se dice "cultura" parece que no le falta. Me ha gustado mucho el micro, Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y yo acabo de leer tu precioso miicromito, Carles, de frases como piedras preciosas cada una de ellas. Gracias copañero.
EliminarHola Isabel. Mira por donde, me acabo de enterar de donde viene lo de Tara, pues no conocía el ídolo canario. El lipedema lo conocía como elefantiasis, que creo que es lo mismo. No deja de ser curioso la tendencia que tenemos a hacer burla de los defectos de los demás y sin embargo ver belleza en un objeto inanimado similar. Desde luego el ídolo de Tara pagó la frustración de la protagonista, harta de ver como a su semejante de barro la admiraban mientras a ella le ocurría todo lo contrario. Cosas de la psique humana. Un abrazo.
ResponderEliminarCosas de la psique humana , siiii
EliminarBueno, a ti que te encanta saber el por qué de las cosas seguro que te habrás puesto al día con Tara.
Un fuerte abrazo Jorge.
Cría fama y échate a dormir se podría decir de una de las Taras de tu relato. Una injusticia a todas luces. Genial, Isabel. Un beso.
ResponderEliminarComo tu dices, Paloma, "demencia, la madre de la ciencia", porque hay que estar pirado para tratar tan mal al personal.
EliminarBesossss
¡Hola, Isabel! No tiene nada que ver, pero al terminar tu micro me ha venido aquella frase de que si matas una vez eres un asesino, si matas muchas veces en una guerra eres un héroe. En este caso la mofa simplemente depende del lugar que ocupas en ese museo, si eres una de sus piezas digno de alabanzas, si eres una persona de carne y hueso... Es curioso cómo la perspectiva de un mismo hecho lo cambia todo. Seguro que esos "bromistas" lloraron con aquella película de El hombre elefante. Así somos. Fantástico micro! Un abrazo
ResponderEliminarBuenas noches, David. Es verdad lo que dices, depende de la circunstancias, del lugar, de la cantidad, de tantas cosas...Muchas gracias Un cariñoso abrazo David,.
EliminarDespues de un comentario como el de David Rubio tan bueno
ResponderEliminarme queda solo el silencio de decirte
Me ha fascinado tu entrada saludos
Desde luego Recmenzar, los comentarios de amigo David son impagables, lee con mucha atención siempre. Muchas gracias, salaaudos cordiales.
EliminarHola, Tara:
ResponderEliminarGracias por compartir este relato, tan ameno como mayéutico (desconocía tanto la enfermedad como la etimología de tu heterónimo).
Acertada reflexión la que compartes: hay personas que sólo son aceptadas como personalidades ficticias. Muchas de las personas a las que marginamos en la vida real, las disfrutamos en las ficciones donde los protagonistas suelen ser marginados o marginales. Admiramos en el Arte a lo que despreciamos en la vida, al igual que valoramos un Arte y desdeñamos a los artistas.
Un abrazo, Tara.
Gracias a ti, Nino, Además del generoso y estpendo comentario, por descubrirme la palabra mayéutica que desconocía. Sin duda, es enriquecedor copartir letras.
EliminarUn fuerte abrazo, compañero.
Hola, Isabel. Mucho gusto por tu tocaya e inspiradora. Me encantó la precisión de tu micro. Así resaltan los objetivos: informar sobre el muro de tu homónima, y denunciar un problema de discriminación.. Soy Beba Pihen. No logro corregir el "anónimo". Será que ha ce mucho que no participó y mehan borrado.Seguro que no.
ResponderEliminar¡Cuánto tiempo, Beba! Me alegra saber que has vuelto a escribir. Gracias y hasta pronto, compañera.
Eliminar¡Hola! No conocía la enfermedad aunque no me sorprenden los comentarios a los que debe enfrentarse la protagonista. Así somos los seres humanos, ya desde niños. Y lo triste es ese trasfondo que nos deja tu historia que solo por cumplir con una ley se haga sentir infeliz a una persona. La palabra que nadie quiere oir "acoso" y un sufrimiento para quien le toca vivirlo.
ResponderEliminarSaludos
Salirse del canon establecido y ser "diferente" no siempre está bien visto. Creo que el mito del ídolo de Tara queda algo diluído en comparación con el mal trato o acoso como bien lo llamas, Jose.
EliminarSaludos, compañero.
Hola, Isabel, estupendo micro, donde mediante un ejemplo muy bien llevdo nos acercas a una realidad bastante dura. No sabía nada del ídolo canario, ahora tengo más curiosidad. Encantada de leerte, un abrazo muyyy grande.
ResponderEliminarEn este reto que nos propone la compañera Marta, nos están presentandos mitos clásicos y otros más locales que desconocíamos, lo cual resulta enriquecedor.
EliminarGracias Lola, un abrazo gigante.
Il se te dan muy bien todo lo que escribes. Llevo un tiempo que no leo casi nada en los blog y me estoy perdiento mucho. Espero retomar poco a poco esta afición que me gusta tanto Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra volver a "verte" por aquí de nuevo, Mamen. Venga, anímate a seguir escribiendo. Un cariñoso abrazo.
EliminarMuy bueno. Con venganza incluida que resulta bien comprensiva.
ResponderEliminarMuestras los dos extremos del ser humano: o idealizan o detestan (según lo que se les diga.), y nos colocas en la mente de un ser que sufre y necesita desahogar su injusticia solitaria. De paso me pones a profundizar en esa diosa prehistórica de la que has tomado tu bonito nombre (y ahora lo buscaré en internet).
Encantada de leerte.
Un abrazo :)
Gracias, Maite. Las dos caras de la moneda, claro.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Hola Tara! Te ha quedado un micro estupendo. Has creado un gran contraste entre ese desprecio hacia una persona por sus rasgos diferentes y la adoración de una escultura con ese mismo tipo de diferencias que desagradan en humanos.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Rocío. Las paradojas del ser humano es lo que tiene.
EliminarSaludos, compañera.
Hola... que cosa mas hermosa has escrito.. . un montón de información enmarcada en un entretenido relato que, casi sin darnos cuenta, nos trae enseñanzas de historia, geografía, política, leyes, literatura psicología y valores... todo en menos de 250 palabras. ¡Excelente! he quedado encantado.. saludos
ResponderEliminarDemasiadas cosas para un micro, me temo (sonrío)
EliminarMuchísimas gracias, Octavio, saludos cordiales, compañero.
Esas dos vertientes tan dispares que tantas veces se dan. Una tiene fama que la hace valiosa, digna de admiración, mientras la otra con una discapacidad, tiene que lidiar con su entorno siendo que tiene una figura similar.
ResponderEliminarLos contrastes y contradicciones de la vida, o del ser humano para valorar debidamente.
Me gustó conocer a las dos; Tara.
¡Fantástico relato!
Un abrazo.
De parte de las dos Taras, un saludo :)
ResponderEliminarGracias, Mila.
Deslumbrado me dejas de nuevo com tu saber hacer en tan poco. Yo tampoco conocía el idolo, Isabel, pero el pobre pago el pato de la hipocresía humana. La belleza es solo algo efímero que puede vivir para siempre dentro de un mito o imagen, lo malo es lo que lo rodea, y ahí entra la maldad del envidioso o del hipócrita superficial. Me alegra que se quitara la espinita, aunque tuviera que destrozar esa Tara.
ResponderEliminarUn abrazo!
Deslumbrado dices (sonrío mucho)
EliminarGracias Pepe, abrazotes.
Hola, Tara!! Desconocía tanto la enfermedad como la figura de arcilla. Me parece brillante la manera en la que has contado la historia: por un lado, cómo sufre la protagonista el rechazo de los visitantes al museo debido a su aspecto físico y por otro, cómo esos mismos visitantes halagan a la figura solo por tratarse de arte. Una gran crítica a la hipocresía. Me ha encantado. Un abrazo!!
ResponderEliminarMucha hiporesía en esa dualidad de Tara, sí. Gracias Cristina. ¡Abrazos!
EliminarMe gusta tu interpretación que le dista a esa figura.
ResponderEliminarQue conflictos tenía la conserje. Y estalló contra la figura, que para mi gusta es bastante fea. No se compara con la Venus de Milo, que incompleta es más con el gusto actual.
Sospecho que los muy jóvenes visitantes tampoco les gustaba, que la elogiaban para fastidiar a la conserje. Y hasta pedían volver al museo para eso. Es lo que me hizo imaginar tu relato, bien contado.
Un abrazo.
Sobre el canon de belleza varía mucho con los tiempos, lugares y circunstancias. Todo es relativo, desde luego.
EliminarGracias Demiurgo, un abrazo.
Hermoso relato cargado de emociones que dibujan la realidad de quien es diferente. Hoy el "mundo que llaman civilizado" es más discriminatorio de lo que ellos llaman belleza, un ejemplo son nuestras pinturas y esculturas prehistórica, que están muy lejos de representar perfección. Gracias por tus enseñanzas.
ResponderEliminarLa perfección también es relativa, depende hasta del ojo con el que se mira, ¿verdad Raquel?
EliminarGracias a ti, compañera.
Hola, Tara! Coincido con el comentario de Josep. A veces despreciamos las particularidades de las personas, pero las ensalzamos en cosas a las que les atribuimos ciertos valores. Nuestra sociedad no evoluciona hacia lo humano, por más que se dicten normas con porcentajes de inclusión. El cambio debe ser más profundo. Muy buen micro. Un abrazo
ResponderEliminarCreo, y lo digo con absoluta sinceridad, que tuve que profundizar más en el mito que en las diferencias, pero bueno... ahí queda para la posteridad jeje
EliminarMuchas gracias, Mirna. Un abrazo.
¡Qué interesante aportación, Tara! No tenía idea de la lipedema, cuyo significado he buscado y mucho menos de lo que significaba Tara más allá de tu nick de bloguera. La acción de la conserje queda explicada en el título: Tara contra Tara. Un micro redondo, Isabel. Un abrazo!
ResponderEliminarAprendí por aquí, por Tintero, que el título puede y hasta debe formar parte dle micro, se trata de ahorrar palabras y decir mucho, así que...
EliminarUn cariñoso abrazo, Pilar. Hasta pronto.
Hola Isabel, un buen micro con corte de denuncia social, lamentablemente valoramos más a los muertos que a los vivos, a los fósiles, como si todos fuéramos antropólogos o arqueólogos.
ResponderEliminarSi se protegiera a la niñez desvalida, por ejemplo, o a los jóvenes olvidados que no les queda otra salida que las calles y la delincuencia, o a esas personas discapacitadas aparentemente, pero que son más capaces que muchos, a pesar de los pesares, desvalorizadas y acomplejadas por su apariencia, con el mismo ímpetu, entrega y derroche económico que se hace en los museos con todos esos cachivaches que poco aportan y tanto cuesta conservar, el mundo sin dudas fuera un mejor lugar. Después de todo un museo es un cementerio donde se cobra por exhibir los muertos.
Todos los dioses son adorados y temidos porque no están presentes físicamente, si lo estuvieran nadie se fijaria en ellos, así somos.
Un aprendizaje llegar hasta aquí y saber de la existencia de esas novias secuestradas para engordarlas, por Dios en qué clase de mundo vivimos... Supongo que algo hemos avanzado, aunque a paso de tortuga en algunas cuestiones y en otras quizás menos relevantes a paso de gigantes.
Un abrazo
Interesante tu comentario, Harolina. Tienes razón al afirmar que todoslos dioses son adorados y temidos porque no están presentes físicamente, ¿qué mayor mito que un Dios?
EliminarEn lo que no estoy totalmente de acuerdo es enlo que comentas sobre los "cachivaches" de los museos, aunque noniego que algunas de las obras elevada a arte no vale ni el marco que la sostiene.
Un cariñoso abrazo, y siempre se aprende con tus comentarios, Harolina.
cierto, a este punto mas gente aprecia a superman que a cualquiera que yo conozca en persona. Claramente los humanos estamos en desventaja contra cualquier objeto de arte que haya trascendido. Si uno muere no importa mucho, si la Monalisa se quema es tragedia para el mundo.
ResponderEliminar¡Ay Casagrande! que se me olvidé contestarte y agradecerte. Bueno... es que la Mona es mucha mona, y sería tragedia.
EliminarHola Isabel, desconocía esa enfermedad y la estatua de madera que puede verse en el museo, lo malo es que siempre existen los vándalos que no respetan nada.
ResponderEliminarEsa dualidad entre las Taras, y la realidad que nos narras es tremenda, Una la menospreciaban por tener esa minusvalía que la hacía ser la burla de la gente y la otra era ensalzada por ser una figura de madera símbolo del origen de la ciudad .Cosas del ser humano uff que mal.
Un abrazo
Puri
La estatuilla es de terracota, pero bueno, da lo mismo que sea de madera o arcilla, lo que importa es lo que representa en la historia precolombina, una forma de ver la vida y las formas de los antepasados guanches, y gracias a estos objetos encontrados, instrumentos, utensilios, dibujos y figuras nos hacemos un plano de como vivían. Los invasores borraron muchas huellas, entre ellos la lengua que no sobrevivió.
EliminarTodo lo demás que dices, es verdad, los humanos somos así y hasta asao.
Abrazos, Puri.
Hola, Isabel. En esta convocatoria estoy aprendiendo un montón sobre mitos desconocidos para mi. En cuanto al micro que has escrito, lo que mas me ha gustado es el reflejo de la frustración del personaje. Y como , al final, experimenta esa bajada a los infiernos que le hace cometer la tropelía.
ResponderEliminarUn abrazo
Trabajar "el conflicto" da mucho juego, es verdad.
EliminarMuchas gracias, Pedro. Un abrazo apretao
Hola, Tara, la escritora. Que con el juego de palabras de tu inspirado micro igual se crea un malentendido y cuando menos acabo como la estatuilla. Yo considero que la solución sería llamar a Botero para que hiciera una pieza a tamaño natural contando con la funcionaria como modelo ideal.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, JM :) Bueno, Botero tenía cierto equilibrio en sus figuras orondas, todo era redondo, tanto que empalagaba (bajo mi humilde criterio), se echaba de menos alguna línea recta. Tara tenía malformaciones en las piernas, el resto era "normal", o según el gusto de cada cual, lo mismo era al revés, hay culturas y lugares donde lo obeso es sinónimo de belleza, ya ves, y una intentanto con gimnasia y buena alimentación estar en línea :)
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