viernes, 11 de septiembre de 2020

Un virus llamado amor


 

  • argumento que te salga al hacer clic en el botón Generar nuevo argumento.
  • Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo basándote en todos o alguno de los elementos que os aparezca en el argumento generado.
  • Publica el microrrelato en tu blog junto al argumento en el que te basaste. Explícanos qué elementos de ese argumento escogiste para escribir tu micro.
  • Deja un enlace a tu micro en los comentarios de esta entrada para que pueda añadirlo a la lista y que todos puedan leerlo.
  • Tienes de plazo hasta el 30 de septiembre.

 

Al copiar el argumento que me salió al  hacer clic en el botón “generar nuevo argumento”, salió esto: Una cartógrafa que aún es virgen y un famoso presentador de televisión que no es muy espabilado, se contagiarán con una rara enfermedad, sin embargo una camarera lo cambiará todo.

 

 

                                                               UN VIRUS LLAMADO AMOR

 

   Conocí personalmente al afamado presentador de televisión en el trayecto aéreo de Kenia a Kampala. Ambos viajábamos por motivos profesionales.

   —Cartógrafa —respondí a su pregunta —. Me han encargado la elaboración de unos mapas.

   Atractivo y famoso, pero aburrido. Como su conversación me pareció insulsa, me sumergí en el libro que estaba leyendo.

   Nos volvimos a encontrar en el bar del hotel donde nos alojábamos. Me invitó a una copa, la acepté por educación y pensé que, desde que pudiera, me largaba echando leches. La guapa camarera y relaciones públicas nos ofreció un coctel de bienvenida cortesía del hotel.

   —Mi nombre es Chayna, significa la dadora de amor.  Marchando un V.L. para la feliz pareja —ordenó en perfecto castellano.

   —No somos pareja.

   —Porque tú no quieres, señorita geógrafa —dijo él.

   —Cartógrafa —corregí.

   —¿No es lo mismo?

   Con el segundo V.L. le pregunté: —¿Así que eres reportero?

   —Presentador —corrigió.

   —¿No es lo mismo? —respondí sonriendo.

   Empezaba a divertirme y pedimos una tercera ronda.

   Al cuarto V.L. nos contamos nuestras vidas; al quinto nos besamos como locos; al sexto estábamos tan lanzados que le propusimos un trío a Chayna. Para nuestro asombro, aceptó, y con un último V.L. subimos los tres a mi habitación metiéndonos manos en el ascensor.

   Antes de empezar les advertí que era virgen.

   —Y yo gay.

   —¿Y qué carajo haces con nosotras? —pregunté.

   —Por probar.

   —Yo, además de negra, soy puta —confesó Chayna —, por noche completa cobro el doble. Desvirgarte es gratis.

   El  Virus Love hace milagros.



                                                                               250 palabras 

                                                                           Isabel Caballero