martes, 5 de septiembre de 2023

EL NEGRO

 

 





                                                                             EL NEGRO

Lo trajo el mar desnudo a la puerta de mi casa costera. Le di agua, comida y cobijo. Chapurreaba  nuestro idioma y me contó que fue el único superviviente del viaje maldito. La franja que separa Canarias de África es un cementerio marino. Tenía un cuerpo perfecto tallado en ébano. No pude evitar, ni quise, echarle un vistazo a su miembro viril donde grabado en rojo destacaban las letras PDMDESEO, quiero recordar. Pensé que era un tatuaje tribal.

—Soy escritora..., o eso intento —le conté señalando los folios en blanco.

—Yo soy… era, contador de cuentos en mi aldea.

Desde entonces, viajamos de la cama al escritorio, donde crecen las historias;  y del escritorio a la cama, donde crece la pasión.PÍDEME UN DESEO… Y LO VERÁS POR ESCRITO grabado en rojo y negro stendhaliano sobre  la sublime  erección de su pluma de oro.

Los efectos secundarios de la letra pequeña son evidentes.