domingo, 12 de marzo de 2023

¡BIENVENIDO, MISTER AMÉRICA!

Bienvenido, Mister. Marshall, película comedia-sátira española del año 1953 dirigida  Luis García Berlanga. Guion de Juan Antonio Bardem, Miguel Mihura y Luis García Berlanga.

Destaca la interpretación del ser. Alcalde  por el gran José Isbert  Años 50. 

Villar del Río es un pequeño y tranquilo pueblo en el que nunca pasa nada. Sin embargo, el mismo día en que llegan la cantante folclórica Carmen Vargas y su representante, el alcalde (Pepe Isbert) recibe la noticia de la inminente visita de un comité del Plan Marshall (proyecto económico americano para la reconstrucción de Europa). La novedad provoca un gran revuelo entre la gente, que se dispone a ofrecer a los americanos un recibimiento muy especial.   

Se relata la historia en un tono perfectamente controlado de las actuaciones. Una farsa apagada con un ligero matiz subterráneo agridulce.



                                                           ¡BIENVENIDO, MR. AMÉRICA!

 

Los americanos  llegaron en el  68 para la explotación del  yacimiento de fosfatos  en el Sahara Occidental. El precio de las habitaciones se disparó en el parador y en la única pensión  de El Aaiún.  Los ciudadanos alquilaron habitaciones en sus viviendas a un precio desorbitado. Hubo disputas por la repartición de los inquilinos; familias que antes eran amigos  dejaron  de saludarse  por ir a la caza del yanki. En el casino de oficiales les concedieron pases de cortesía pese al  malestar del resto de la población. En cambio, los comerciantes estaban satisfechos. Los bazares hicieron el agosto vendiendo gitanillas, toros y toreros,  abanicos y postales “typical  spanish”. Los americanos se quejaban del tremendo calor, así que también se disparó la venta de ventiladores, y el de las cubetas de hielo bajo ellos para que el aire resultara más fresco, al menos hasta que se derritieran, lo cual hizo muy feliz al heladero. Menos acogida popular tuvo la subida de precios de las bebidas alcohólicas y el de la Coca-Cola. Se popularizó  el Manhattan mezclado con Martini rojo  seco y whisky a partes iguales.

     En la única piscina pública de la que algunos saharauis eran socios, se les prohibió la entrada no fuera que contaminaran las albas aguas donde los yanquis remojaban sus traseros.

     Cuando los gringos se marcharon,  más de un bebé rubio aumentó la población. 

     El siroco del Sahara se llevó en volandas los sueños  de un mundo mejor  mezclados con los  letreros baldíos de ¡Bienvenido Mr. América!




                                Isabel Caballero

                                250 palabras