Relato aportado para EL TINTERO DE ORO, debe seguir los siguientes requisitos:
- Escribir una historia de ciencia ficción, ya sea viajes espaciales, colonización planetaria, robots, encuentros con extraterrestres...
- Un relato en el que se mencione con sentido la novela Crónicas Marcianas o al autor, Ray Bradbury.
- Un relato en el que la acción transcurra en un planeta inventado.
PUBLICACIÓN: Deberéis publicarlo en vuestro blog en este mes de marzo.
PLAZO: Desde 15/03/2020 hasta el 31/03/2020
EL
VERANO DEL COHETE
Después de varios días de intenso trabajo, Carlitos y yo conseguimos terminar el hidro-cohete y la plataforma de lanzamiento.
El despegue salió genial. El tapón se liberó de la botella de plástico de dos litros, y entonces vino la parte guay. ¡Zooom!, el misil salió despedido dejando una estela de agua tras de sí. Solo subió unos pocos metros perdiéndose detrás de unos matorrales, ¡pero fue la leche!
El despegue salió genial. El tapón se liberó de la botella de plástico de dos litros, y entonces vino la parte guay. ¡Zooom!, el misil salió despedido dejando una estela de agua tras de sí. Solo subió unos pocos metros perdiéndose detrás de unos matorrales, ¡pero fue la leche!
NOCHE
DEL COHETE
Esa misma noche escuché un ruido seco en el jardín. Salí corriendo y vi nuestro cohete espachurrado.
Llamé por el walkie-talkie a Carlitos.
—¡Ven enseguida!
—No puedo, estoy castigado.
—¡Pues escápate!
Llamé por el walkie-talkie a Carlitos.
—¡Ven enseguida!
—No puedo, estoy castigado.
—¡Pues escápate!
HOMBRES DE LA TIERRA
Dentro de lo que quedaba del cohete había una nota arrugada y algo húmeda, y en ella, escrito en letras mayúsculas: “HOMBRES DE LA TIERRA, NO VOLVAIS A ATACARNOS O LO LAMENTAREIS”
EL CONTRIBUYENTE
¿Quién dijo miedo?
Le pedimos a mi abuelo que nos ayudara a construir otro más potente. Nos pusimos alias siguiendo su consejo. Carlitos, “Pedro Duque”; yo, “Neil Armstrong”; y mi abuelo, “El Contribuyente”.
Le pedimos a mi abuelo que nos ayudara a construir otro más potente. Nos pusimos alias siguiendo su consejo. Carlitos, “Pedro Duque”; yo, “Neil Armstrong”; y mi abuelo, “El Contribuyente”.
AUNQUE BRILLE LA LUNA
LOS COLONOS
LA MAÑANA VERDE
A media mañana se acercó por el horizonte una gran nube verde.
—¿No te parece sospechoso Neil? —preguntó Pedro Duque.
Asentí varias veces con la cabeza.
LANGOSTAS
El contribuyente nos contó que las langostas devorarían todo lo verde que encontraran.
—Los enanos también son verdes —dijo Pedro Duque.
—“Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas” —recitó El Contribuyente.
Carlitos y yo nos miramos pensando que al abuelo se le había ido la olla con tanto verde.
Al final solo fueron inofensivas libélulas verdes.
—Los enanos también son verdes —dijo Pedro Duque.
—“Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas” —recitó El Contribuyente.
Carlitos y yo nos miramos pensando que al abuelo se le había ido la olla con tanto verde.
Al final solo fueron inofensivas libélulas verdes.
ENCUENTRO
A nuestra pandilla del parque se apuntó una niña nueva con el pelo corto y las uñas del color de uñas, y no rosas o brillantes, como todas las uñas de las demás chiquillas.
—¿No te acuerdas de mí? —me preguntó.
¡Anda!, ¡la niña que trepó hasta la punta del abeto de la guardería y tuvieron que venir los bomberos a bajarla!
—Hola Úrsula.
—¿Qué tal chaval?
—¿No te acuerdas de mí? —me preguntó.
¡Anda!, ¡la niña que trepó hasta la punta del abeto de la guardería y tuvieron que venir los bomberos a bajarla!
—Hola Úrsula.
—¿Qué tal chaval?
NOCTURNO
INTERMEDIO
Carlitos me pidió convencer a mi abuelo para que construyera otro nuevo cohete.
—Es que tengo mucho que estudiar —me excusé.
—¡Pero…, si es verano!—exclamó.
—Es que tengo mucho que estudiar —me excusé.
—¡Pero…, si es verano!—exclamó.
MÚSICOS
En la fiesta del pueblo tocó una banda llamada “Siniestro Total”. Cantaron una que decía así:
Los platillos volaaaantes…
Los platillos flotaaantes…
Un platiiillo llega yaaaaa…
Un platiiillo de verdaaad…
Carlitos y yo estábamos convencidos, de que sí, de que pronto llegarían, y de que los músicos con esas pintas tan raras segurísimo que eran extraterrestres, por lo menos.
Los platillos volaaaantes…
Los platillos flotaaantes…
Un platiiillo llega yaaaaa…
Un platiiillo de verdaaad…
Carlitos y yo estábamos convencidos, de que sí, de que pronto llegarían, y de que los músicos con esas pintas tan raras segurísimo que eran extraterrestres, por lo menos.
A TRAVÉS DEL AIRE
LA ELECCIÓN
El nuevo cohete era enoooorme.
Carlitos propuso el nombre de “APOLO III”
—“APOLO 3” mola más —dije yo.
—Bueeeno, vaaale.
Carlitos propuso el nombre de “APOLO III”
—“APOLO 3” mola más —dije yo.
—Bueeeno, vaaale.
USHER II
Úrsula se enteró de la movida del cohete. Quiso participar. Le dijimos que no. Cuando nos ofreció su hucha, aceptamos. Nos venía genial para la compra del material: una plancha y cuatro tacos de madera, una varilla de acero fina, cartón duro para las alas y cinta adhesiva. Inflador de balones ya teníamos.
Úrsula se empeñó en bautizarlo “USHER II”, cuando ni siquiera existía un “USHER I”
—¡Vaya birria de nombre! —farfulló Carlitos.
Yo no dije ni mu.
VIEJOS
EL MARCIANO
—Os voy a confesar algo —soltó El Contribuyente con cara seria.
—Soy un marciano.
—¡Anda ya, abuelo!
—Y hay más marcianos en el pueblo.
—¡Anda ya, abuelo!
—Y hay más marcianos en el pueblo.
LA TIENDA DE EQUIPAJE
—¿Lo veis? Su mano izquierda tiene seis dedos. ¿Qué más pruebas queréis?
Tenía razón el abuelo, el dueño de la tienda de equipaje también era marciano.
FUERA DE TEMPORADA
Se acabó el verano y los turistas se fueron. Conseguimos material para el cohete a buen precio por estar los comercios fuera de temporada.
OBSERVADORES
PUEBLO
SILENCIOSO
Extrañamente, el pueblo estaba muuuy silencioso.
LOS LARGOS AÑOS
VENDRÁN LLUVIAS
—Os dije que llovería, ni siquiera el parte lo ha anunciado.
Llamaba parte al telediario. Cosas de marcianos.
Llamaba parte al telediario. Cosas de marcianos.
UN MILLÓN DE AÑOS
Todo el mundo creyó que El Contribuyente la había espichao. Le hicieron un funeral con su misa.
A escondidas de los adultos, pillamos un puñado de sus cenizas metiéndolas en el súper cohete. Salió zumbando hacia las estrellas. Tardará un millón de años en llegar a su destino, claro que el abuelo no tiene prisa.
A escondidas de los adultos, pillamos un puñado de sus cenizas metiéndolas en el súper cohete. Salió zumbando hacia las estrellas. Tardará un millón de años en llegar a su destino, claro que el abuelo no tiene prisa.
900 palabras
Isabel Caballero
UN
MILLÓN DE AÑOS
EL VERANO DEL COHETE
Bonito, original, emotivo y tan bien escrito como siempre. Isabel, puede que te lleves otro tintero. Por cierto, felicidades por el último. ya te felicité en "El tintero...", pero quiero hacerlo aquí también.
ResponderEliminarTu relato me ha encantado. ¿Te lo había dicho?
Un beso y feliz y provechoso encierro.
Gracias Rosa. Es un relato sencillo contado por la boca de un niño, así que no podía ponerme muy literata que digamos.
ResponderEliminarY sí sí que me lo has dicho que te gusta ¡qué bien!, porque siempre que subo un relato tengo cierto "miedo escénico" de la opinión de los lectores. Me siento más segura cuando a alguien le gusta, y además eres una grandísima lectora, así que por partida doble GRACIAS y GRACIAS.
Cuidaros Rosa, cuando todo esto del bicho acabe tendremos que hacer un fiestón en Tintero.
Un relato sencillo, sí, pero muy dulce con ese tono infantil y muy cuidado en todas las escenas. Me ha parecido muy original, Isabel y la historia desborda ternura. Muy muy bonito.
ResponderEliminarMuchas gracias Marta, ahora que disponemos de tiempo, ya te leo "Con las botas puestas". Hasta muy pronto. Cuídate Marta.
ResponderEliminarHola Isabel!!! Ante todo, muchas felicidades por tu merecidísimo Tintero de Oro. Para mí no ha sido ninguna sorpresa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato. Me parece muy original y ajustado al tema del concurso de este mes. Has hecho un magnífico homenaje al libro de Crónicas Marcianas, aprovechando los títulos de algunos de sus relatos para estructurar tu narración.
Los juegos de los niños durante ese "verano del cohete" me evocan diversas narraciones de Bradbury, donde recuerda sus propias vivencias infantiles, como hace por ejemplo en su novela "El vino del estío".
Al igual que Bradbury, has sabido incidir en el aspecto humanista de la ciencia-ficción. Esa vertiente más cálida es la que siempre me ha interesado como lector y también como autor.
Me ha hecho mucha gracia el personaje del abuelo, en pasajes como el titulado "marciano", cuando confiesa como si tal cosa que él es un marciano. ¡Genial!
En mi relato también he hecho mi pequeño homenaje a la tercera edad, haciendo referencia concretamente al relato de "los viejos".
El final de tu historia me ha parecido muy tierno, con el envio de las cenizas del abuelo camino de las estrellas, donde a buen seguro llegarán dentro de un millón de años, año arriba, año abajo.
Enhorabuena Isabel y recibe un fuerte abrazo.
Buenos días Beri. Te contesto con un cafecito mañanero.
EliminarGracias por tu comentario, me alegra sobre todo que hayas visto el uso de los títulos de Crónicas Marcianas, para vertebrar el relato. Se nota, ya solo con esto, que eres lector de Bradbury.
Ahora iré a tu blog a ver la reseña final que me apuntas.
Un abrazo compañero.
Sin duda alguna estás hecha una valiente, porque meterte en la piel de un niño y hacernos partícipes de su pequeño diario de a bordo, anotando con mayúsculas su magnífica aventura espacial, NO PODÍA IMAGINÁRMELO (lo escribo en mayúsculas porque ignoro como puedo escribirlo en negrita), como nuevo argumento para crear esta alucinante, y nunca mejor dicho, historia de ciencia ficción, con un abuelo marciano tan divertido y lleno de poderes, que supongo harían las delicias de su querido nieto, supongo algo marciano también ¿no? ...ja, ja, ja
ResponderEliminarNo sé de verdad que decirte esta vez, porque "patidifusa" se queda corto, para expresarte mi asombro al leerlo. ERES UNA VALIENTE y te has lanzado sin paracaídas a esta piscina marciana donde ahora me encuentro leyendo un pequeño "Cuaderno de bitácora" de un pequeño astronauta, Carlitos, al que no puedo por menos asociarlo a Quino como inseparable de Mafalda y claro, ¡cómo nó me va a caer bien este ingenioso niño en una increíble misión de tanta altura!
Me lo he pasado pipa leyéndolo y con un gran aplauso me retiro a ver si consigo que Carlitos me incluya en un nuevo proyecto que nos lleve a Marte por lo menos, ahora que las cosas se han puesto tan feas aquí en la Tierra.
Mi enhorabuena por echarle arte, imaginación, valentía y una narrativa que ya nos gustaría a muchos dominar.
Un beso, compañera y amiga Isabel.
¿Pues qué puedo decirte Estrella?... GRACIAS
EliminarPor una parte sí que me lo he pasado bien dando voz a los niños y al abuelo, he juagado a ser una niña, como ellos. La dificultad fue meter tijera, en principio, para poder rellenar tooodos los títulos de Crónica, se subió el relato casi a 2000 palabras.
Muchas gracias generosa amiga Estrella.
A ver que nos tienes tú preparado...
Buenos días de nuevo Isabel y disculpa mi intromisión, pero como anoche me podía el sueño y tu cuento me llevó a otra dimensión, la del mundo de los comics, mencioné al dibujante Quino y su famoso personaje de Mafalda al referirme a Carlitos, pues no, qué disparate, Carlitos junto con su perro Snoopy son la obra maestra del dibujante estadounidense Charles M. Schulz.
Eliminarjjeje siii... ya me di cuenta. Este confinamiento nos tiene a todos trastornados.
EliminarMe gusta mucho Quino, tambien el autor de Carlitos, el Belga Hergué autor de Tintín y Astérix y Obélix de dos aurtores franchutes de los que no recuerdo el nombre ahora.
Fui devoradora de comix o cómic, historietas infantiles y de adultos.
Un universo corpóreo de un millón de años que consiguió que me perdiese en el recuerdo de mi niñez con toda su lentitud. Un segundo atemporal o intemporal. No sé si se escribe así. Sólo siento una contrariedad al leerla, pues temo que nunca acertaré ni en el espacio ni en el tiempo con una niña increíble con el pelo corto y las uñas del color de uñas.
ResponderEliminarUn escrito atrevido, violento y breve como los deseos de los niños.
Enhorabuena Tara.
Un comentario muy especial, se lo agradezco Claudio.
EliminarGracias por leerme con tanta atención y sensibilidad.
que maravilla lo que haces y lo hacen gratis
ResponderEliminarlos felicito por el tiempo que lleva todo esto un abrazo
gracias recomenzar
Eliminar¡Valiente! Meterse y escribir como un niño en su diario, es precioso y tu lo haces como nadie. Otro podium que vas a conseguir. Un abrazo.
ResponderEliminarTodos llevamos una niña/niño dentro, solo hay que dejarlo asomar ;)
EliminarGracias Mamen, a ver que se te ocurre para crónicas.
Una historia con su toque de ternura, como vengo de comentar a Beri en su relato. Te pones en la piel del niño y relatas con su misma voz, en un estilo sencillo y coloquial, y por veces ingenuo. Niño en el que ya empiezan a aparecer algunos ramalazos de adolescente ¡Ay esa Úrsula! Por otro lado está el abuelo, que pone todo lo que está en su mano para hacer real a los ojos de los niños la historia de marcianos que está más en sus mentes que en el mundo real, con esas "trampas" de los enanitos verdes o el cartel de los humanos invasores.
ResponderEliminarEn definitiva una ciencia ficción un tanto terrenal, bien apoyada en algunos de los títulos que constituyen la obra homenajeada en esta edición del Tintero. Mucha suerte, Isabel.
Hola Jorge. Seguro segurísimo que el abuelo estaba implicado, que me lo han chivao :))
EliminarNo es un relato al uso de los CIFIS, pero hice lo que pude.
Deseando leer a los expertos en el género, que por aquí hay unos cuántos y muuuy buenos.
Y a ver que aventuras nos trae Jorge Valín esta vez.
Un abrazo virtual, que de los otros no podemos, ni debemos.
Muy bueno.
ResponderEliminarSi usted dice que es bueno, no me va a quedar otro remedio que pensar que sí, que al menos no es un bodrio ;)
EliminarGracias javier.
Tierno, alegre, fresco, muy original, gracioso y con cierto toque de misterio, amor, pero no uno cualquiera, sino el mismísimo primer amor... Parece que sea algo sencillo pero lo tiene todo, incluso una especie ciencia ficción simulada.
ResponderEliminarMe he divertido como si fuera el propio Carlitos, incluso en ocasiones me estaba creyendo la trama marciana. La lectura por fascículos se hace amena y a una velocidad endiablada. Y el remate final me encantó, sobrerodo eso de "espichao", un final que te deja con un muy buen sabor de boca y el regusto de haber leído algo genial y más que digno defensor de tu actual y merecido tintero.
Un abrazo virtual, Isabel!
Un abrazo con los brazos (si pudiéramos)
EliminarCuántos epítetos para el cuentito. Lo importante es que te hayas divertido, me alegro mucho Pepe.
Gracias compañero.
Eres la monda lironda, Isabel. Tus neuronas son de una imaginación prodgiosa y delirante. No he parado de soneír a lo largo de la lectura de esta historieta, en la que me habría gustado participar de haber tenido 59 años menos.
ResponderEliminarNo puedo desearte suerte en el cncurso porque, habiendo ganado la medalla de oro en el anteror ya no tienes derecho a repetir. ¿O sí?
Un fuerte abrazo.
Olvídate de oros, platas y demás oropeles, me quedo con lo que le he dicho al amigo Pepe, con tu sonrisa, eso sí que es un pedazo de galardón.
EliminarUn abrazo muy fuerte Josep. Gracias.
Un abrazo de los fuertes.
Hola Isabel
ResponderEliminarTe has metido en la piel de Carlitos a la perfección. El abuelo, la caña, si algún día soy abuela quiero ser como él.
Me ha gustado la distribución en párrafos subtitulados, le va muy bien, es como un cuaderno de abordo!
Los niños ven el mundo a su manera y tú lo has sabido reflejar.
Enhorabuena y abrazos.
Hola Paola. Espero que estés bien.
EliminarTodos estais empeñados en que el prota contador de la historia se llama carlitos. Carlitos es el amigo. El niño que cuenta no tiene nombre propio, aunque sí el alias de "Neil Armstrong"... pero entiendo lo que quieres decir Paola. También entiendo que los niños tienen una visión especial de las cosas y eso intenté reflejar.
A ver que nos tienes preparado tú compañera. Abrazos.
Y es que Carlitos le iría muy bien a ese sinvergüenza, aunque el amigo también tiene tela, y no te digo nada la niña con uñas color de uña!!!!
EliminarPues sí, a una niña trepadora de árboles no le pega unas uñas pintadas de rosa :))
EliminarAl amigo de Carlitos ponle el nombre que quieras.
En primer lugar aplausos por tu merecido Tintero de Oro en la edición de lo que el Viento se llevó. Me ha gustado mucho el relato engranados perfectamente con Crónicas Marcianas. Yo casi, termino el mío, espero les guste. Saludos desde Venezuela.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Raquel, por tu felicitación y por la apreciación de este relato. A ver que aventuras nos depara el tuyo.
EliminarSaludos compañera.
Enlazar los minicapítulos y darle continuidad es complicado y creo que le has sabido dar sentido y agilidad,... y la ternura de los personjes hace el resto.
ResponderEliminarMucha suerte!
Por cierto felicidades por tu enésimo tintero,... desde mi punto de vista era fantástico!
Gracias Norte.
EliminarEntre los compañeros de Tintero, pensé en que a ti, viajero del mundo, te costará mucho estar confinado. Es un buen momento para compartir el escritor que llevas dentro. Tus imágenes son maravillosas, tu manera de expresarlas también, solo nos falta que nos regales alguna historia. Por favooor (estoy poniendo cara de por favor)
Un relato de lo más tierno, Tara. Me ha arrancado una sonrisa con esos juegos de niños astronautas, el primer amor y, por supuesto, el contribuyente.
ResponderEliminarHas hilvanado perfectamente las referencias a Crónicas Marcianas, dándole mucho cuerpo al relato.
Te deseo mucha suerte en el concurso. Un abrazo.
Pues estoy esperando tu relato como agua de mayo, que los CIFIS seguro que es lo tuyo Bruno.
EliminarMe alegra tu sonrisa. Muchas gracias compañero.
Hola, Tara.
ResponderEliminarDemasiados comentarios que me voy a perder porque no tengo tiempo. Pero sí he leído algo que dices en los primeros comentarios. No estoy de acuerdo en que sea un relato sencillo. Es tierno, alegre y fresco como dice Pepe, pero no sencillo ni espontáneo, porque hace falta mucho ingenio para que salga tan natural "como espontáneo" de unos niños. Tiene muchos detalles sobresalientes. Lo primero es la estructura. los nombres de los encabezamientos de cada apartado, el extraterrestre, Siniestro Total... Podría ir enumerando mil detalles, pero están ahí para disfrutarlos. Ya se ve que Carlitos es el amigo, lo dice nada más empezar el relato y se repite otras veces. Sobre todo me quedo con el acierto que has tenido en transmitirnos la imaginación de unos niños.
Sabía que no ibas a defraudar, pero te has superado.
Felicidades.
Hola Isan, buenas tardes.
EliminarEs gratificante que un buen lector reconozca tu trabajo, y me da mucha alegría. Te lo agradezco, de verdad.
No sé de que generación eres, pero seguro que habrás escuchado a "Siniestro Total", tuvo sus momentos de gloria en su época, y tiene una canción (por llamarla de alguna manera), la de los platillos volaaaantes..., que es tal cual. Lo recordé cuando estaba escribiendo el cuento, y me vino de perlas :))
Gracias Isan, justamente estaba a punto de leer tu aporte para Café.
Pallá que voy.
Salud amiga!
ResponderEliminarMe has hecho pensar en Penélope. ¿Que qué tiene que ver y a qué viene a cuento? Pues porque hay mucho que tejer y destejer para lograr una forme tan ágil, espontánea, aparentemente infantil con títulos de los cuentos del maestro.; a la vez dejarnos una historia que nos enternece, nos tiene sonriendo todo el rato y nos enseña. Lo más. Te lo mereces todo. Más felciitaciones por el oro. Un abrazo sin virus!
Un abrazo con los brazos Penélope, digo Juana (imagínate el abrazo)
EliminarGracias Juana.
¡Anda se borró todo lo que había escrito!. Lo siento Isabel. Pero tendré que resumir. La segunda vez me sale peor. Por partes. El relato ocurrente, de lo más, me quedo con esa voz de los chiquillos. Me ha desviado la lectura los títulos tan grandes y en negrita. Me he dejado llevar por ellos. No sabía bien, hasta que he leído que son los títulos del libro "Crónicas marcianas" después todo ha cobrado sentido. Otra cosa, acabo de leer tu comentario en Café Literautas y como no me deja iniciar sesión no puedo responde a nadie y hacer comentarios a otros compañeros. Así que gracias compañera por tus apreciaciones al relato. Un abrazote.
ResponderEliminarYo también llevo unos días con dificultades para subir comentarios, así que no te preocupes Eme. Las redes están muy activas y eso se nota. En Café Literautas hay unos compañeros estupendos que suelen hacer unos análisis acertados de los relatos, pero encuentro cierta dificultad en buscar y publicar allí, se pierde mucho tiempo hasta que se llega a donde se pretender ir.
EliminarA ver que has escrito tú para el reto de Crónicas Marcianas. Voy por orden de aparición, así que paciencia :)
Un fuerte abrazo y haz el favor de cuidarte mucho Eme.
Hola, Isabel. Lo mejor de tu fantástico cuento es lo bien que has sabido plasmar la mentalidad y el comportamiento de los niños, y la entrañable relación con el abuelo.
ResponderEliminarMuy bueno lo del Contribuyente, es un apodo delirante, pero muy realista.
La historia es muy ingeniosa, con una estructura original que hace que fluya con naturalidad y realismo.
Cómo siempre, gracias a esa naturalidad y aparente sencillez, el resultado final es fascinante y admirable.
Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo, Isabel.
Una acertada combinación de humor, misterio sutil y entusiasmo infantil. A destacar la creciente complejidad de los cohetes, y ese magnífico final con las cenizas del abuelo lanzadas hacia la eternidad en un vuelo interminable.
ResponderEliminarCreo que tu relato volará alto de nuevo.
Intenté ser una niña y pensar como niña (como niños), ellos tienen una potente imaginación a la hora de jugar y se creen sus fantasías, al menos durante el juego. Si lo logré, vosotros decís que sí, ya con eso me conformo.
EliminarGracias Paco, tu relato es muy bueno, y no es por devolverte los halagos. El que escribe bien, escribe bien y punto pelota :))
Saludos Tara, una historia entrañable de amor y amistad, muy amena y bonita. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarMuchas gracias Mery. Un abrazo y cuídate mucho.
EliminarQue curiosa forma has tenido de narrar tu historia. El niño que llevo dentro se ha retrotraído a ese reino perdido de la inocente sabiduría que nos poseía a todos cuando con la simple imaginación hacíamos que todo fuera posible. Pero el amor también se vislumbra por ahí escondido. La niña con las uñas color de uña.
ResponderEliminarUn abrazo.
A ese niño que llevas dentro nunca hay que perderlo de vista ¿verdad Francisco?
EliminarGracias compañero. Un fuerte abrazo y a cuidarte, a cuidarnos todos.
Hola Tara,
ResponderEliminarComo dicen por ahí: lo difícil es que parezca sencillo. Cuando se lee tu relato con detenimiento y, una vez que se ha leído, te pones a pensar un poco en él, te das cuenta del ingenio que esconden sus palabras. Sin lugar a dudas es un trabajo perfecto, cuyo final creo que no deja a nadie indiferente. Me ha sido muy agradable leerte. En tiempos de cuarentena se agradece tener relatos tan buenos con los que entretenerse. Un abrazo.
Muchas gracias Ulises, aunque ya sabes que la perfección no existe, lo que si existe es la percepción, y si a ti te ha parecido un relato agradable, me quedo con ello compañero.
EliminarPronto iré a leerte, voy por orden de aparición :))
Un relato muy dulce, Tara. El lector se sumerge en el universo infantil: inocencia e imaginación, a partes iguales. A destacar lo bien que has integrado al personaje del abuelo, especialmente su muerte. Por todo ello el relato nos arranca una sonrisa cómplice
ResponderEliminarUn abrazo compañera
Gracias Araceli, por tu lectura y sonrisa. Yo también he sonreído mucho, pero mucho, con tu gallego de la luna, ya te diré Araceli.
EliminarHasta pronto.
Vaya por delante un aplauso a la creatividad. ¡Qué imaginación! Lo bien logradas que están las voces de los protagonistas, nos sentimos partícipes del juego. La participación del abuelo me parece maravillosa por lo bien que has intercalado la diferencia generacional. Y el final toda una genialidad que sorprende al lector al lector.
ResponderEliminarBello y muy emotivo, Tara
Buenos días María Pilar en este nuevo día de horario de verano, aunque el cambio de hora para los muchos que estamos confinados nos da igual, ¡qué más da llegar tarde al salón o a la cocina!
EliminarDespués de este mal chiste para rebajar la tensión de lo que estamos viviendo, te doy las gracias por tu comentario y lectura. Con las voces, especialmente la de los niños, hay que tener cuidadito de no impostarlas.
Un abrazo y cuídate compañera.
FELICIDADES, Isabel, de nuevo, por tu Tintero de Oro!!
ResponderEliminarMe ha resultado muy simpático tu relato, contado desde el punto de vista de la inocencia. Ese abuelo marciano se ha superado a sí mismo, entrañable. Y qué decir de las alusiones a Crónicas Marcianas, todo un acierto. Me encantaría releer este relato completo con esas 2000 palabras, porque éste, que es más corto, me ha introducido en una mini-novela a través de los subtítulos, imaginando como continuaría cada "capítulo".
Muy bonito, suerte de nuevo y mucha salud!!
Dos besos.
Muchas gracias Carla.
EliminarEl relato largo original no lo tengo, fui rebajando y cortando. Creo que hubiese sido excesivo, lo dejé en su mínima expresión para que entrara en las 900 palabras, incluso tuve que quitar uno de los subtítulos de Crónicas para que encajara en la propuesta.
Si hay algo que me gusta, es observar a los niños y niñas jugando, con sus muñecas, caja de cartones, espadas imaginarias... lo que sea, un mundo de fantasía que ellos consiguen recrear con su potente y abierta imaginación.
¡Salud Carla! Besos.
Un relato muy original en su presentación y en sus personajes, con ese abuelo marciano y esos niños tan inocentes construyendo cohetes.
ResponderEliminarTe felicito Isabel por tu imaginación.
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri
Muchas gracias Puri. Suerte para ti también.
EliminarToc, toc... ¿se puede? Hola, compañera. Pasaba por aquí a hacerte una visitilla rápida, y de entrada me encuentro con unas cuantas felicitaciones por tu reciente Tintero de Oro (¿¿¿9 Tinteros ya en total, compañera???), ¡mi más sincera enhorabuena!
ResponderEliminarVeo que has escrito este relato con una estructura alejada de lo estándar, asumiendo un riesgo del que has salido airosa, como era de esperar. Es tierno, inocente hasta donde tiene que serlo, y emotivo. Y escrito como tú sabes, con clase. ¡Enhorabuena de nuevo!
Te deseo suerte en el concurso, amiga Isabel, y te envío un fuerte abrazo, virtual, que no conlleva riesgo alguno en estos tiempos de zozobra.
Pasa, pasa... ¡cuñanto tiempo Patxi!
EliminarEl hecho de alejarme del género es porque me parece dificilísimo hacer un CIFI, por eso aplaudo a los compañeros, que como tú, se han metido de lleno en el registro.
Un abrazo apretao
Hola, Isabel. El otro día volví a ver la película El cochecito y no sé porqué, el genial José Isbert es el que ha puesto el rostro a tu "contribuyente". Estoy de acuerdo con algunos comentarios que bajo la aparente sencillez del relato, se oculta una enorme dificultad para que así resulte. Has aprovechado los títulos de los relatos de Crónicas marcianas, para escribir un encantador relato de ciencia ficción de barrio, de calle, de las vivencias que todos los que tenemos cierta edad hemos tenido. También aparece el amor infantil, la atracción por Úrsula, la niña que trepó a la punta del abeto, una niña valiente que es aceptada con alegría en la pandilla. El final, emotivo, las cenizas del Contibuyente volando por la eternidad. Lo dicho, un genial relato que acerca la ciencia ficción a la aventura callejera, a la inocencia de unos niños crédulos y, por suerte, desprovistos de móviles, videojuegos, etc que les distrajeran de sus aventuras imaginativas. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarJosé Isbert era todo un referente para una generación y hasta para todos. Inolvidable la película del El cochecito, y qué decir de ¡Bienvenido Mister Marshall!, y ahora que lo dices, sí, el abuelo ppodrái ser perfectamente José Isbert.
EliminarUn abrazo apretado Jose.
Una historia tierna, contada con la maestría que te caracteriza. Un cuento infantil muy adecuado para contar a los niños y ayudarles a volar con la imaginación.
ResponderEliminarMe gusta la estructura que utilizas para narrar los episodios, y como vas incorporando los distintos personajes.
Me gusta mucho, Isabel. Te felicito por el resultado de este reto, y también por el merecido Tintero de Oro que has conseguido.
Un abrazo.
Muchísimas gracias Carmen, me alegra que te yaha gustado.
EliminarEspero que estés bien.
Nos vemo sen la gala, ponte guapa ya lleva mascarilla.
Hasta pronto Carmen.
Hola, Isabel. UN relato precioso, y muy original. Un cuento suelto, liviano. Tiempo de OVNIS y de marcianos. A la sombra de las historias de Crónica, juegan, sueñan y crecen los niños. Mucha suerte en El Tintero.
ResponderEliminarHola Beba, tú lo has dicho, los niños juegan y sueñan, es verdad. Muchas gracias Beba.
EliminarHola!! Se me ha hecho raro el formato pero la historia me gusta. El último viaje del "Contribuyente" hacia el cielo seguro que a él le parecería el mejor final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que sí. Gracias David. Un abrazo y a cuidarse mucho.
EliminarAl principio me ha chocado un poco la presentación pero, a medida que he avanzado, he ido disfrutando cada vez más con tu relato. Una historia preciosa, Tara. La imaginación infantil y la imaginación de los abuelos, magnífico. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas disfrutado. Un abrazo compañera, nos vemos prontito en La Gala. Cuídate ¿vale?
EliminarFelicidades amiga Isabel por el quinto puesto en la final de la gala del Tintero.
ResponderEliminarComo ya te he comentado también en mi blog, tu relato era original, conmovedor y magistralmente narrado, por lo que merecía haber alcanzado un buen puesto en el podium. Confiemos que en un futuro tengamos mejor suerte.
Un abrazo enorme y a disfrutarlo.
Muchas gracias Estrella. Estoy muy contenta con mi quinto puesto dado que los CIFIS no son mi especialidad precisamente :)
EliminarTu cuento también es estupendo, y cumple sobradamente con las expectativas del género.
Lo importante es que sigamos escribiendo ¿a qué sí?
Un cariñoso abrazo Mila.
Hola Isabel.
ResponderEliminarFelicidades con toda la rotundidad de la palabra. He leído el en móvil tu mensaje y se me ha alterado el cuerpo. No sabía nada, así que me has dado un alegrón y casi no me ha dado tiempo de leer la estupenda presentación de David para ver resultados. Para mí es un honor estar ahí y estar detrás de ti. Te puedo decir en secreto que a ti te dí 6 puntos teniendo en cuanta que los siete fueron para Paco López.
Pues nada, habrá que seguir.
Pues me alegra tu alegrón Isan :))
EliminarY no estás detrás de mi, estamos juntos.
Felicidades Isabel por ese quinto puesto, con un relato muy original. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Jorge, felicidades a ti, campeón!!!!
EliminarENHORABUENA, Isabel, por ese meritorio Quinto Puesto, aunque igual te sabe a poco. Tu generosidad y rapidez a la hora de felicitar y comentar solo es comparable a tu enorme talento literario. Muchas gracias, amiga. Cuídate. Nos vemos en El Exorcista. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDisculpame Paco, no había visto tu comentario hasta hoy. Gracias por la felicitación, más aún viniendo de un súper campeón.
EliminarA ver que se te ocurre para El Exorcista, seguro que nada bueno (en el sentido del miedo, que escribes muuuy bien)
Cuídate Paco.
¡Ahhh! y que me sabe a mucho este quinto puestazo, competí con maestros del género de CIFI, así que hice lo que pude ;)
EliminarMuy cool la estructura, y según estoy leyendo, tienes ese 5o puesto ganado que mencionan tus seguidores. Te felicito yo también.
ResponderEliminarA la estructura le di mucha importancia, y si el relato tiene algún mérito, creo que puede ser ese. Muchas gracias por tu lectura y valoración Alexander.
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