Mi marido siempre anda por su parte, y yo, por
la mía. Nuestra casa es de tamaño
mediano, lo suficiente para que ambos
tengamos espacio vital. Para no
tropezarnos cuándo no toca tropezarse hemos desarrollado un radar; lo llamamos
delicadeza.
Por fortuna tenemos aficiones diferentes. Él es feliz cuidando con esmeros sus plantas, las que tengo prohibido tocar, aunque me permite verlas y hasta olerlas. Cuando vienen a visitarnos se dirigen a mí halagando el precioso jardín; entonces pone esa cara de enfado con la boca apretada que sabe poner. Como lo conozco bien traduzco enseguida su mandíbula y digo lo que digo siempre—:¡Ya quisiera yo!, todo el mérito es suyo.
Cuando aclaro que mi marido es un jardinero
excelente, sonríe satisfecho, me planta el
brazo sobre los hombros, o si estamos sentados, pone su mano en mi rodilla,
que es como estampar el sello de esposo sobre la esposa.
Sin embargo, para conseguir el punto de
flotadora del éter necesito saber que el jardinero está contento, es entonces cuándo puedo
ponerme a pensar en mis cosas, evadirme
mientras los demás hablan y hablan. Asiento y niego, contesto con amables monosílabos y hasta parece que estoy presente de mente y cuerpo. La verdad es que me sale muy bien, nadie se
entera de mi viaje particular por las
nubes, tengo la facultad de aterrizar y seguir la conversación con cierta
coherencia justo por donde la dejé antes de emprender el vuelo.
Lo que me enerva es su particular
costumbre. Las enciende como quien cumple un deber ineludible. Enciende una y
se va a por otra. Yo las voy apagando a medida que me las encuentro encendidas,
salvo la que está viendo en ese momento. Las tiene de todas las clases, tamaños y
tipos: pantalla de cristal líquido, de plasma, de LED… y hasta una antigualla guardada
en el sótano de tubo catódico y pantalla extra gruesa, (se niega a deshacerse de ella). Un día de
estos, mi marido y yo, tendremos que
ponernos de acuerdo con los encendidos y apagados de las múltiples
televisiones, ¡pero da tanta pereza
discutir!
Es estupendo tener distracciones diferentes,
esto hace que nos mantengamos unidos, eso sí, cada uno por su parte de la casa.
Ni se me ocurre comentarle lo que pienso cuando estoy flotando, hay que ser
considerada, no saben lo que agradezco que él no me cuente lo que ve y escucha
en uno de sus tantos cacharros. Esto es
amor desinteresado y altruista, el no atormentarnos sin necesidad ninguna.
En momentos
puntuales nos reunimos en nuestra
casa mediana, a la hora de comer y
también para dormir y otros asuntos de lechos conyugales, que la coyunta hay
que cuidarla tanto como cuida él SU
jardín.
Tiene otra manía más un tanto extraña, pero
como es inocua, la manía, pues le dejo hacer. Cuando hacemos el amor, (él lo llama así, cuando debería
llamarse jodienda por lo pesado que se pone a veces), pues le gusta hacérmelo
con las medias puestas, (yo, no él), y rompérmelas, y después quiere que me las
deje puestas un buen rato sin ponerme nada encima de la
incidencia desgarrada. Desayunamos de
esta guisa, hacemos la lista de la
compra, o hablamos de la factura del
dentista, o del perro de la vecina que
ladra mucho y no le deja desgarrar medias con tranquilidad. Sí, esto le
encanta, la naturalidad en los modos. He probado a ponerme ropa interior super
chula, pero nada, que no hay manera, sin medias, el pobrecito se viene
abajo. Para una manía que tiene (bueno,
dos), no se la voy a fastidiar.
La puesta en escena dura hasta que
enciende sus televisores, y entonces, ¡flop!, se evapora todo el post encanto
mañanero. Eso sí, tiene la delicadeza de
ponerlos a poco volumen para que yo me pueda concentrar en lo mío. Me quito los
jodidos restos rotos, (de baja calidad,
total, para lo que duran…), las
tiro a la basura de residuos plásticos porque las compro de lycra, (elastano
sintético), puede estirarse seis veces su longitud, (eso pone en las
etiquetas, pero no es cierto, al primer tirón salen carreras). Después, ya relajada (más él que yo), me
ducho, me visto, y ¡por fin! hago lo que más me gusta: fluir por el nirvana.
Participo como invitada en
la XXV EDICIÓN DE TINTERO
Hola, Isabel. ¡Vaya rapidez, si no ha dado tiempo ni a sentarse! Claro, estaba preparado. Yo leí el libro hace un mes y llevo este tiempo que no se me ocurre nada decente (en el sentido de digno). Como siempre nos regalas un cuento genial con las manías y los gustos más de él que de ella, aunque lo del nirvana se lleva la palma, y en tono de humor. Lo de las medias es un puntazo. Te felicito porque no defraudas, pero esta vez el premio serán felicitaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no lo he leído, aunque lo pedí, y por despistada lo compré en inglés, que de inglés ni papa, digo poteito. Se lo regalé a mi hijo que le da más y mejor al spikinglis.
EliminarAsí que no está basada en el libro ni en el autor, que desconozco completamente su vida y obra.
Hemos tenido tiempo de escribir con el incidente del maestro David, así que ¿para qué esperar?
Un abrazo Isan.
Hola, Isabel. ¡Qué bueno! Un relato que destila una ironía suave que hace sonreír y un ritmo muy logrado, algo muy importante para conseguir ese tono de humor que lo recorre sin que la historia resulte forzada. Me ha encantado!
ResponderEliminarEspero que no tenga tintes muy machistas, o sí, que el maridito se las trae.
EliminarGracias Marta.
A ver que se les ocurre a ustedes (en canarias usteamos el plural)
Gracias Marta.
Hola, Isabel.
ResponderEliminarHe caído aquí por pura coincidencia , pero me ha gustado mucho tu relato , hay una elegancia en tu prosa que se combina en forma fantástica con un sutil e irónico sentido del humor , un abrazo para ti.
Pablo
Hola, Pablo. Encantada de tu lectura, que bien esa coincidencia.
EliminarEste relato es un reto que nos propone EL TINTERO DE ORO, comandado por el amigo David Rubio. Estás a tiempo de participar, si gustas, Pablo.
Gracias por tus palabras. Por aquí te dejo la dirección del blog de Tintero:
https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2021/02/concurso-de-relatos-xxv-edicion-wilt-de.html
¡Hola, Isabel! Te felicito compañera por este relato tan hilarante y brillante. Se trata de una narración yo diría que costumbrista, donde describes de manera magistral, en primera persona, las tribulaciones de una pareja con la que muchos nos podemos sentir identificados, en todo o en parte. Muy ingenioso lo de "flotadora del éter", jaja. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarP.D. Muy merecido tu Tintero de Oro. Me alegro mucho por ti.
Hola de nuevo, Beri. Acabo de venir de tu relato romano, y al contrario que el tuyo, donde haces malabarismos de palabras y hay conocimiento del tema a raudales, este es un escrito sencillo, rebajando el vocabulario a pie de calle (o de casa con jardín), con muchos "ques" y mucha conjunción "y", para que sonara seguidito y coloquial, como quien escucha hablar. Que haya conseguido ese efecto natural es otra cosa.
EliminarGracias Beri, un fuerte abrazo.
Querida Isabel no has perdido el tiempo. Magnífico tu relato. Me ha encantado lo de cómo estampar el sello de esposo sobre la esposa y la hábil ironía que enlaza toda la historia para conseguir visualizar situaciones diría "estelares".
ResponderEliminarLas flotaciones de tu protagonista son entrañables y sospecho que más comunes de lo que pueda parecer. En definitiva, que me has conquistado, he sonreído y me lo he pasado bien. ¡Reto superado! aunque sea como invitada. Un abrazo
Siiii!!! Seguro que más de una y uno, nos echamos alguna "escapada mental" para huir de la rutina familiar.
EliminarMuchísimas gracias, Matilde. Bueno, tuvimos tiempo de escribir porque con la organizada agenda de David, ya teníamos un aviso desde hace tiempo de lo que tocaba para esta ocasión.
Un cariñoso abrazo, espero leerte pronto, compañera.
Es una manera como otra cualquiera de mantener el matrimonio con una estabilidad aceptable. No meterse en las manías ajenas ni hacer al otro cargar con las propias. Creo que tus personajes tienen para muchos años si mantienen esas normas. Aunque parece ser que la que más hace por mantenerlas es ella.
ResponderEliminarNo te deseo suerte porque esta vez vas de invitada. Es alucinante lo de tus diez tinteros.
Un beso.
Me ha gustado mucho y además, como es normal en ti, está muy bien escrito.
Supongo que en los matrimonios, parejas, vínculos afectivos, etc... cada cual esgrime las armas que mejor le funcionan.
EliminarMuchas gracias Rosa, sobre los tinteros, ni yo me lo creo, la primera asombrada de haber conseguido unos cuantos.
Ojalá se te ocurra hacer una reseña del escritor y su obra, de la que ya te digo que no tengo N.P.I. (traduce tú las siglas)
Muy graciosa saber salir de la rutina familiar. ¿Quién no tiene manías? si repasamos la vida de pareja seguro que salen muchas, jajaja, ¡yo las tengo todos los días! Pero
ResponderEliminarlo de las medias es un puntazo. No he leído el libro pero a ver si tengo algún argumento de humor. Un abrazo.
Si es que la perfección no existe, Mamen, y si existiera, que aburrido sería.
EliminarA ver si te animas, tengo la impresión de que en este registro te moverías muy bien, Mamen.
Un abrazo.
Este Nirvana que enmarca la estructura prosaica de tu fantástica prosa, me ha recordado a una frase muy popular que cuando residía en León con mi familia, se decía mucho: "Estar en Babia", lo cual reflejas divinamente al describir a la protagonista y narradora en primera persona, con un papel discreto pero con mano izquierda para mantener en "buen estado de salud" la relación.
ResponderEliminarEs cierto que no te has embarcado en una complicada estructura para expresar con nitidez admirable todo lo que no se cuenta, aunque logras con tu buen hacer narrativo, que flote en el ambiente con pequeñas pinceladas, como: "estampar el sello de esposo sobre la esposa", "aterrizar y seguir la conversación con cierta coherencia justo por donde la dejé antes de emprender el vuelo", "cuida él SU (las mayúsculas son un acierto) jardín"...
Sobran los calificativos para decir que cuando escribes, sea con o sin complejidad, lo cierto es que nos haces una gran demostración de escribir como te da la real gana, porque de todos modos te sale bien "la criatura".
Un abrazo muy fuerte señora ESCRITORA.
Tus comentarios, Estrella, son para enmarcar, y no lo digo solo por el que me acabas de regalar con generosidad y alevosía (ya vi que no con nocturnidad)
EliminarOye, es verdad, estar en babia y nirvana es casi lo mismo.
Un cariñoso abrazo, Estrellita.
Lo de fluir por el nirvana me ha soltado la carcajada final después de comprobar como un matrimonio mal avenido no tiene porqué divorciarse si no es necesario. Esta esposa ejemplar de tu relato ha dejado demostrado que todo es factible si pone cada uno de su parte; claro, en este caso más ella que él, que se deja querer con sus manías.
ResponderEliminarMuy bueno Isabel.
Un abrazo.
Esta esposa del relato lo que necesita es dar un buen puñetazo sobre la mesa, eso o comprarse medias irrompibles 😊
EliminarGracias Francisco, un abrazo, a ver que se te ocurre a ti.
Me ha encantado tanto el humor como la delicada sonrisa al relatar. Te abrazo
ResponderEliminar¿Cómo lo sabes... lo de la sonrisa al relatar? 😊
EliminarYo también te abrazo, Juana.
La sabiduría de la larga convivencia marital es el espacio amplio, la aceptación de las pantallas, el cuidado del jardín, las fantasías a medias y, sobre todo, un buen manejo del Nirvana.
ResponderEliminarLo has retratado con maestría, como es habitual, Isabel.
Un abrazo.
jeje Carmen, la fantasías más que a medias, a enteras.
EliminarMuchas gracias, compañera.
A ver que te sale de la pluma a ti para este estupendo reto, Carmen.
Un fuerte abrazo.
Isabel, me ha encantado leerte en este relato nirvánico con el que disfrutado muchísimo.
ResponderEliminarFelicidades. Un abrazo con cariño.
Muchas gracias Marina. Anímate tú también a escribir un relato ¡vale?
EliminarUn cariñoso abrazo.
No podías faltar a la cita como invitada, congrats por el tintero. En esta ocasión el relato doméstico parece sacado de cualquier casa de vecino donde habite una pareja más o menos avenida. Con el desafío de este mes nos vamos a enterar de los chismes de todos los participantes, es lo que ha tocado 😂 🖐
ResponderEliminarClaro que no podía faltar a la cita JM, Tintero para mi significa mucho, no solo es un mero concurso, es un lugar donde he aprendido y compartido, así que ¿cómo voy a faltar y más aún si el anfitrión me ha invitado?
Eliminar😂 Es verdad, nos vamos a enterar de lo que pasa de las puertas pá dentro de más de una/o
Acabo de ver que has escrito, desde que pueda voy a leerte JM
Ya me he dado cuenta Tara que eres participante fija del tintero. Y dejarte fuera no sería de recibo, bien por David invitando a los premiados. Además como invitada, sin la presión del tiempo y luego las votaciones, el relato está menos condicionado. Tú no has perdido el tiempo, te ha quedado bien suelto y yo diría que hasta descocado 😁🥂🖐🏻
EliminarBueno JM, no hace falta una invitación en regla, creo que quien quiera puede participar en calidad de concursante o no.
Eliminarjeje lo de descocado me suena a vodevil
Je, je, pues sí; un vodevil frívolo y descocado, por supuesto, en el buen sentido. Que, en este enredo doméstico, no hay terceras partes implicadas 😂🖐
EliminarHola Isabel! Me alegro que no dudaras en participar en la edición. Y qué rápida.
ResponderEliminarMuy acertado el relato. Dicen que en las relaciones, no sé si es una regla, siempre hay uno que cede más que el otro. Dentro de ese cliché hay un montón de material para hacer un relato gracioso, como este. Mira que he empatizado con la prota. Yo también me suelo ir por mi mundo cuando estoy en conversaciones de más de dos personas, a veces, incluso con dos personas, aunque eso ya eso tiene delito. Lo de las manías, bueno, ha sido un puntazo. Cómo muestras el conformismo de ella en pos de las apetencias de él me ha gustado mucho. Sobre todo lo de las pantallas viejas guardadas para nada, porque eso sí que ni va a revalorizarse ni reutilizarse. Pero lo que más destaco es la elaboración del relato. Pura narración, casi monólogo interior, para desembocar en el cenit donde espera el nirvana. Como tu prota, lo he podido sentir, y eso por lo bien que has llevado el relato.
Muy bueno, la lástima es que no participe.
Un abrazo!
Hooola Pepe. Creo que más de uno una nos hemos sentido identificado con algún aspecto del cuento no tan cuento. También me ocurre a mi lo de echarme a volar cuando algo me aburre mucho, y también soy experta en aterrizar sin que se note mi viaje, y eso que no fumo porros ¿eh?
EliminarEn el último reto de café literautas me lancé a escribir a puro diálogo, y en este he querido hacerlo de otro modo. Ya sabes, método empírico, probando, probando...
No importa que no concurse, aunque cierta adrenalina sí que la echo de menos.
Un fuerte abrazo, Pepe, seguro que se te da de lujo el humor/amor/desamor...
Hola Isabel
ResponderEliminarUn relato que transcurre solo, no le hace falta nada más.
Es curioso, lo del Nirvana me ha recordado lo de la caja vacía que según dicen tienen todos los hombres y en la que se sumergen cuando nosotras solemos hablar, ahora, sabiendo que nosotras tenemos un nirvana, me quedo más tranquila, buscaré el mío, y le sacaré provecho seguro.
Me ha encantado tu relato
¿En serio no lo sabías, Paola... lo del nirvana? Pues no sabes el juego que da, es como mandarlo todo al carajo, pero a lo místico.
EliminarGracias guapa.
Buenísimo relato, Isabel. Nada como las diferencias para tener proximidad. El papel que le has adjudicado a ella es de lo más sutil, y creo que te has acercado al de muchas mujeres. Se creó su Nirvana y simplemente, vive de acuerdo a lo ideado. Escenas donde se evade...A eso lo llamo yo no dar excesiva importancia a las cosas.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con la lectura, y con tu pulcra forma de narrar.
Felicidades, también por el Tintero de Oro.
!Un abrazo!
Muchas gracias, Mila. Relativizar las cosas está bien, pero hasta cierto punto claro.
EliminarUn cariñoso abrazo, Mila.
¡Hola, Isabel! Bueno, lo primero es agradecerte este relato que aunque fuera de concurso sin duda enriquece la convocatoria. ¡Eso es una pareja bien avenida! Soy de los que piensa que el secreto de una relación tiene más de aceptar las rarezas del otro, todos las tenemos, que en intentar compartir todos los espacios personales. Una pareja perfecta es aquella que es 1+1=3 donde cada uno conserva su individualidad y al sumarla a la del otro ambos crecen. También es verdad que en esta pareja él se lleva la palma, je, je, je... No tanto por lo de las medias, que cada uno tiene sus fetiches, sino en las televisiones. ¿Qué querrá con ello? Ella es la felicidad en persona, se conecta y desconecta a su conveniencia. Una historia muy simpática. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarNo hay nada que agradecer, David, disfruto escribiendo y compartiendo, más aún en Tintero.
EliminarGracias a ti por tu comentario. Un abrazo de los grandes grandes.
Una relación de largo recorrido si sigue tal cual. Cada uno a lo suyo, salvo algunos momentos de alivio mutuo, tanto gastronómico como sexual, je,je.
ResponderEliminarQuizá si todas las parejas siguieran este método (habría que ponerle un nombre para que tenga seguidore/as), la relación sería más duradera. Sobre todo si el jardinero es fiel, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Pues no sé si el jardinero es fiel, pero un coñazo sí que es, me parece. Ahora bien, si la mujer del nirvana está contenta, ¿quienes somos nosotros para cuestionarla?
EliminarUn abrazo Josep, a ver que nos cuentas.
Hola, Isabel. Sorprendido por tu rapidez y creatividad. Muy buen relato, con una fina ironía que lo recorre de principio a fin. Con roles intercambiables y que tal como los has expuesto ganan mucha "chicha". Me ha parecido un relato muy entretenido y no he dejado de sonreír hasta el punto final. Evasión o victoria y siempre sin dejar de sumar parece la estrategia ganadora de la protagonista. Lástima que tu relato no participe en esta convocatoria, pero por suerte lo podemos disfrutar.
ResponderEliminarMe ha gustado. Un abrazo.
¡Hola, Carles! El relato ya lo tenía escrito antes de que se publicara la convocatoria, el amigo David lo avisa con suficiente antelación para que dispongamos de tiempo. Yo ya estoy intentando escribir algo para la convocatoria de Abril de género miedo/terror Lo puedes ver en este enlace Carles:
ResponderEliminarhttps://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/p/bases-de-participacion.html
Así que te he vuelto a entretener ¿eh? ¡Que bien!
Ya voy a por tu PERFIDIA
Gracias, Isabel. Lo tendré en cuenta.
EliminarMe gustó mucho!!!! Realmente y relatado en primera persona, mucho más. Buenisimo
ResponderEliminar¡Qué bien, Roxana! Muchas gracias.
EliminarMe ha encantado Isabel,... bueno ya sabes lo que me gustan tus relatos,... y este con su suave ironía te ha quedado fantástico. Por cierto me hizo gracia porqué Norte acostumbra a evadirse de un modo muy parecido:
ResponderEliminarhttps://www.elbailedenorte.com/2015/08/el-evocador-de-recuerdos.html
Feliz semana!
Ná, que estamos hermanados en el nirvana :)
EliminarYa leí tu abstracción particular, Norte, y por eso lo digo. Hay personas que les gusta el ruido, el jaleo, cualquier cosa que les impida pensar, o volar... no saben lo que se pierden.
Me ha gustado tu relato, retratas esas cotidianeidades conyugales con la tranquilidad de quien ya conoce su destino, lo acepta y lo disfruta hasta cierto punto. Solo espero que nos comparta un poco de eso que la hace fluir por el Nirvana y no hacerse mala leche. Muy bueno!
ResponderEliminarEl nirvana es una manera de escapar tan válida como otra cualquiera. Hay quien hace macramé ;)
EliminarMuchas gracias, Ana.
Un relato que destila el óxido de la ironía, lirismo y humor. Dicen que las relaciones más fuertes están llenas de discusiones. Muy bueno Isabel.
ResponderEliminarOye, que me apunto eso del óxido de la ironía ;)
EliminarGracias Yessy.
Que tragedia vivir asi una cárcel .Nunca me paso eso no es amor es miedo a convivir con uno mismo. Lo siento por vos que cruz
ResponderEliminar😜 Yo no soy la mujer del cuento, Mucha.
ResponderEliminarSolo es sentido del humor e ironía. Tranqui.
Hola Isabel que pareja tan bien avenida, jejeje cada uno con sus cosas y sus manías.
ResponderEliminarMe encanta eso de hacerlo con " las medias y romperlas" que original el señor ji ji ji.
Lo has contado con gran maestría, con todo lujo de detalles y situaciones.
Muy bueno. Te felicito
Un abrazo
Puri
Hola Puri. Lo de romper las medias tiene su enjundia :)
EliminarUn abrazo.
Hola, Isabel.
ResponderEliminarSarcasmo, es lo que me deja tu relato al leerlo, a raudales, ese costumbrismo que destila apatía e insatisfacción, que ni las rarezas enderezan. Y un cinismo de aúpa, no sé cual de los dos me da más compasión, creo que él, al fin y al cabo ella se pega buenos viajes, ja, ja, ja. Muy bueno, Isabel, el ritmo y las emociones mostradas son perfectas.
Un abrazo.
Bueno, viajar tiene un precio :)
EliminarGracias Irene. Un abrazo.
Hola de nuevo, Isabel. Comentabas en mi relato:" nos libramos de evaluar y puntuar, tarea nada fácil viendo lo bien que escriben los participantes." Quisiera cerciorarme de que esto es así ya que no lo encuentro en la página del Tintero. Saludos.
ResponderEliminarte respondí por tu casa, Isan. No te extrañe que me haya equivocado porque soy la reina de los despistes. Ya nos resolverá el amigo David las dudas.
EliminarRecibido el enlace. Pues ese "participantes" es lo que me lleva a la duda aunque no seamos "concursantes". Esperaré a la voz de arriba que me saque de mi duda existencial. Saludos.
EliminarRecibido el mensaje. Gracias.
Eliminar¡Hola! Se nota que ella maneja el barco en ese viaje, en que todas las parejas tienen momentos de luz y otros de tormenta. Me has permitido conectar con los dos personajes y sentir el lado de cada uno. Me he sentido arropado por tu relato. Me ha gustado y no entiendo porqué, pero me ha dado nostalgia. La verdad, hay algunos toques de humor también, pero no consigo describir la magia con la que me has atado con este relato. Un abrazo, Tara.
ResponderEliminarA lo mejor te pillé en un momento especialmente sensible, RR. A veces, ocurre que una determinada expresión artística (pintura, peli o escritura), coincide con un estado de ánimo receptivo.
ResponderEliminarPor mí, feliz de haberte "atado" a la historia, RR. Gracias.
Hola Tara. Si eso no es un amor de conveniencia... Él tiene sus dos manías (jardín y medias rotas) y ella sus escapadas "nirvaneras" Desde luego, este es un matrimonio que durará siempre. Je, je, je.
ResponderEliminarTe ha quedado un relato redondo. Lástima que no puedas participar.
Un saludo.
tres, él tiene tres manías... ella solo el nirvana, no sé yo si están en igualdad de condiciones.
EliminarGracias bruno, un saludo y suerte en el concurso.
La verdad es que tienen una buena filosofía, de las que cimentan relaciones duraderas. Cuánto nos engañan en términos amorosos haciéndonos creer que solo vamos a tener días de vino y rosas. Genial relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Es cierto lo que dices MJ, nos venden la moto de la pareja ideal, y después, desde que hay curvas en el camino, vienen los derrapes. Gracias.
EliminarMUCHAS GRACIAS COMPAÑEROS por haber leído y comentado el relato a pesar de no participar. Un fuerte abrazo y hasta el próximo, si es que se me ocurre algo.
Hola, Isabel. La naturalidad irónica o el sarcasmo con frescura y delicadeza, no sé cómo definir tus relatos, pero desde luego, son reconocibles y la verdad, tener una voz propia es algo muy difícil. Nos hablas de esta pareja que funciona como tal, quizás por esos espacios propios que se respetan, más por parte de ella que de él, que incluso accede a sus fetichismos. Lo de las medias es buenísimo. Lo es todo el relato, porque es divertido pero es mucho más, es crítico, delicado, pero sobretodo, natural. Una delicia. Por cierto, yo también tengo mis viajes a ese nirvana, lo malo es que a veces aterrizó fuera de conversación y quedó fatal. Un abrazo muy grande.
ResponderEliminarEs que hay que tener muuucha experiencia en vuelo sin motor y carnet de primera para aterrizar jeje
EliminarMuchísimas gracias Jose, por tus palabras tan tan bonitas, y enhorabuena de nuevo por tu flamante tintero de plata. Te lo mereces sobradamente.