miércoles, 15 de diciembre de 2021

El viejo coronel

 

                                 Dibujo de un niño escolar de La Palma sobre el volcán de Cumbre Vieja



                                        Participo en Tintero de Oro con un relato fuera de concurso 

                                                           

                                                                   EL VIEJO CORONEL

  

—¿Y cómo es que no ha venido vuestro padre? —preguntó  el abuelo a mis dos hijos, mientras metía en el carro de la compra cinco o seis bolsas de harina.

—Recuerda que Jaime y yo nos separamos hace años —contesté en voz baja.

—¿Ah sí…?

Demasiada harina, papá.

—Hay que abastecerse de alimentos no perecederos, agua, y pilas y velas por si acaso…

—¿Por si acaso qué, abu? —preguntó Dani

—Por si hay una guerra, o por si estalla el volcán.

—¡Vamos a moriiiiir! —bromeó Pablo con voz tétrica asustando a su hermano pequeño.

Más tarde, rescató del sótano su antiguo equipo de radioaficionado. Los niños se entusiasmaron con él.

—¡Aquí Radio Nacional emitiendo el parte de guerra!

—Ahora yo. ¡Aquí Pablo emitiendo!

—¡Yo ahora, yo, yo! ¡Aquí Dani mintiendo desde la casa del abu!

—No se dice mintiendo, atontao.

     —Atontao   tú.

    —Radio España informando sobre la familia González —continuó el abuelo —. Tanto la madre como los hijos se encuentran a salvo. El padre de los chicos puede ponerse en contacto con ellos llamando al  922…

     —Papá, no digas nuestro teléfono.

    Caí en la cuenta de que solo era un simulacro en un transmisor obsoleto.

    Los chicos se fueron a dormir, tan cansados, que ni sintieron los temblores de tierra.

     —Así llevamos varias semanas, hija. Mejor os hubierais quedado en Madrid.

     —Te echábamos de menos, papá, y cómo no hay quien te saque de la isla, no nos quedó otra que venir.

   Durante el desayuno, el abuelo contó la erupción del Teneguía del 71 Me asombraba que no recordara lo que había hecho hacía un rato, y sin embargo, rememorara con precisión la explosión de décadas atrás.

    —En cualquier momento esto reventará, y si lo hace por esta zona, Dios nos coja confesados.

   —¿Qué tal si el abuelo os enseña su tocadiscos? —pregunté para cambiar de conversación.

    —¡Que viejo es este cacharro! —exclamó Pablo. Los niños nunca habían visto discos de vinilo.

—Más viejo soy yo.

—¿Cuántos años tienes, abu?

—¡Uf!, la tira.

—¡Qué canción más rara!

—Música árabe para animar a las tropas marroquíes que luchan valientemente junto a nuestro general Franco.

—¿Tiene trompa ese general? —preguntó Dani.

—¿Cómo va a tener trompa, pringao?

Pringao  tú.

—¡Papá!, procura no hacer apología del franquismo.

—¡Qué roja me has salido, hija!

     Más tarde, montamos el árbol de navidad. El abuelo no quiso encender las luces por si   el enemigo  nos bombardeaba.

—Tranquilos, el sótano será nuestra salvación, tenemos alimentos suficientes para sobrevivir.

—Comida para un millón de años por lo menos.  Y un montón de turrones y mazapanes —añadió Dani.

Pablo se llevó el índice a la sien, un gesto  harto elocuente para describir que el abuelo había perdido un tornillo.

De repente, se escuchó una tremenda detonación. Al asomarnos al patio vimos una enorme columna de humo brotar  por Cumbre Vieja.

—¡Hay que largarse de aquí de IN-ME-DIA-TO! —ordenó el abuelo.

Cuando la guardia civil alertó a los vecinos para que desalojaran las viviendas, ya estábamos en el coche llevando con nosotros lo más perentorio.

Nos acogieron en “El Fuerte” atendido por la Cruz Roja.

—Papá, desde que el aeropuerto vuelva a estar operativo regresamos a Madrid. Tú también te vienes —decidí.

En el cuartel, mi padre se ofreció a ayudar en lo que fuese. Sus dotes de mando revelaban al antiguo militar. Se organizaron caravanas para ir a buscar al pueblo las pertenencias de los vecinos ante de que la lava devorara las casas. La suya fue la última en la que entró, recogió los regalos de sus nietos, la condecoración de la Cruz Laureada de San Fernando y su uniforme. Dada las circunstancias le permitieron vestir con él.  Los militares con los que convivíamos se cuadraban ante el  coronel retirado  como si aún siguiese en activo. Pensé que era una concesión a un anciano con la chaveta ida.

Mis hijos se hicieron amigos de otros niños refugiados y, bajo el mando del abuelo, ayudaban en lo que podían. El abu “les ordenó”, cuidar  y dar de comer a  los perros y gatos  perdidos o sin dueños.

En pocos días, el pueblo desapareció bajo el torrente de lava: los hogares, la escuela, la iglesia y comercios, las plataneras y hasta el cementerio.

Asistimos a la misa castrense del gallo con recogimiento, y aunque mis hijos no sabían ninguna oración, inclinaron sus cabezas uniendo las manos  en una comunal esperanza de que el dragón dejara de vomitar fuego y cenizas. Hasta para una descreída como yo, la navidad tuvo sentido al sentir casi como propio el sufrimiento de quienes han perdido hasta los recuerdos.

     Al día siguiente tomamos el avión de regreso a Madrid. No hubo manera de convencer al abuelo.  El resto de las vacaciones los chicos  las pasarían  con su padre.

     —Ahora no puedo irme, hija, me necesitan. Con la ayuda que nos presten, si los políticos cumplen lo que han prometido,  y con el dinero de los seguros y de las   indemnizaciones, tenemos en proyecto  edificar una casa amplia en la otra punta de la isla a salvo del volcán.

     —¿Tenemos… ?

     —Por ahora somos diez.

    No me extrañaría nada que lo nombraran Capitán General de la inusitada futura comuna.

—Adiós, Abu —. Dani se despidió a punto de lágrima.

—¡A sus órdenes, mi coronel! —Pablo se cuadró llevándose, en un saludo marcial, el índice y el dedo medio de su mano derecha hasta la sien.

 

 



                                  900 palabras

 

 

                                                                    


51 comentarios:

  1. La erupción volcánica de la isla canaria de La Palma se inició el 19 de septiembre de 2021 He tenido que adecuar las fechas para que correspondieran con las vacaciones de la familia del cuento.
    Es un cuento ligero y un pequeño homenaje desde el respeto y el cariño, a mis vecinos palmeros, que están sufriendo lo indecible.
    El volcán lleva tres días en calma, y parece que hay ligeros indicios de que se acabe la pesadilla. Los vulcanólogos dicen que habrá que esperar al menos una semana o diez días para confirmarlo.
    Desde aquí todo mi apoyo a quienes han perdido sus hogares, tierras, fincas, negocios, recuerdos...

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  2. Me gusta el primer comentario que has hecho, matiza lo que ya se sabe al leerlo: Un Magnífico y Sentido Homenaje ( también he tenido presente al volcán en el hemisferio creativo de mi cerebro estas semanas atrás en algunas prácticas) pero además me gusta este relato porque trata sobre una regla no escrita en Los Ejércitos de Medio Mundo: ¡¡¡¡¡La Veteranía es un Grado!!!!!! Por eso al Coronel se le miraba y atendía con estima en su ámbito, aunque estuviera retirado. La escena familiar que le envuelve viene como anillo al dedo. Intuyo, y quizás me equivoque, que aunque esto es imaginado, posees algún familiar en La Noble Carrera de La Milicia. Has cuidado muchísimo el detalle enternecedor, de que usía rescató lo primero La Cruz Laureada de San Fernando (¡yo habría hecho lo mismo!) pues es hasta ahora la distinción más alta y gloriosa del Ejército en España y sólo se concedía por Hechos de Guerra, y de los de acción más álgida (en muchos casos con resultado de muerte , por tanto a título póstumo). En realidad me gusta porque tiene sabores a epopeya.
    ¿Y sabes qué te digo? ¡ Cómo me apena que esté fuera de concurso ! Por cierto, como a nadie ofendo por ese mismo hecho, le doy mi valoración fuera de espectro: ¡¡¡¡¡¡¡Matrícula de Honor....pero cum laude!!!!!!!
    Y para ti y los tuyos, Feliz Y Veterana [¡¡¡¡¡¡¡ como usía El Coronel !!!!!!!] Navidad. ⚔🕯

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    1. Muchas gracias, Juan, por todo lo bueno y excelente que me dices.
      Viví durante mi infancia en El Aaiún, capital del antiguo Sahara Occidental, rodeada de militares... un poquillo sí que sé de que va la cosa militar.
      ¡Feliz Navidad!

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  3. Qué historia tan bonita, Isabel. Lo de bien contada ya sobra decirlo, pues ya contaba con ello, ja,ja,ja. Me extrañaba que no participaras en el concurso, pero veo, con satisfacción, que no te lo has querido perder.
    Habrán muchas historias entrañables en torno a la desgracia ocurrida en la isla de La Palma, en las que la buena disposición de las gentes para ayudarse mutuamente ha sido el mayor exponente. Para los Palmeros no será esta una Navidad cualquiera y la recordarán durante muchos años. Ojalá el volcán les dé un respiro y por lo menos puedan pasar estos días en paz y junto a sus familiares.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Josep. Parece que las constantes vitales del volcán están tranquilas, y los palmeros conteniendo la respiración a ver si esto es el principio del fin. Luego vendrá la reconstrucción, pues la vida sigue, pese a la circunstancias en contra.
      Gracias por tu apreciación del cuento, Josep. Un abrazo cálido y feliz Navidad.

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  4. Una preciosa historia que mezcla la Navidad con lo que está sucediendo en La Palma. Te ha quedado fenomenal esa adecuación de las fechas. Lo maravilloso de la ficción es que nos permite jugar con el tiempo y el espacio y en ella todo cabe.maravilloso si se sabe hacer, claro y tú lo haces de maravilla.
    Un beso.

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    1. Muchísimas gracias, Rosa. Es verdad, en la ficción se da cabida lo que queramos. Un beso y felices fiestas.

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  5. Un merecido homenaje para todos los que están sufriendo las desdichas que salen del volcán. Aun así, lo que más me ha gustado es ese tono juguetón y desenfadado mezclado con la crisis volvánica. Eres una maestra en el juego de voces, sobre todo las infantiles; su narración y actos quedan a su altura, y eso es muy complicado de hacer sin que quede artificioso. Amén es de destacar el aspecto ucrónico que le das al relato para hacerlo coincidir con las fechas, si es que te atreves con todo.
    Un abrazo, Isabel, y feliz Navidad!

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    1. Mira Pepe, que para hablar como un niño, no hay que impostar, hay que ponerse en su piel, solo tienes que mirarlos, escucharlos y copiar sus maneras, es una cuestión de observación. Me alegra que lo hayas resaltado.
      Un fortísimo abrazo y feliz Navidad.
      Pronto saldrá el libro, ya tengo los ejemplares en casa, me llegaron esta tarde, pero tengo un cabreo monumental con la editorial por algunas cuestiones, en fin... espero solucionarlo y que pronto podáis leerlo.

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  6. Hola, Isabel Bueno, catalogarlo de ligero no me parece adecuado. Podría ser que cambia un poco la forma de relatar más o menos profunda, pero yo le encuentro que tocas muchas cosas con buen estilo y o hace interesante y buen relato.

    Destaco, estaba obligado, ambientarlo en la Navidad que están viviendo los palmeros enlazado con el alzheimer de un abuelo que con los recuerdos de una guerra hace acopio. También destacable la típica riña permanente entre hermanos y una algo que indica que el abuelo sigue teniendo ideas como las urbanizaciones residenciales para jubilados o tercera edad, algo que enriquece los personajes.

    La decisión que tomar una narradora en primera persona creo que es perfecto pues hace todo más verosímil. Los toques de humor o el tono que en partes subyace, lo enriquecen más.

    Por último destacar un párrafo que me ha encantado: el que empieza por "Asistimos a la misa..."

    Así que magnífico relato. Un abrazo.

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    1. Quise decir, Isan, que traté de aligerarlo no entrando en profundidad en la tragedia, que haberla hayla. Los toques de humor es la contrapartida.
      Te deseo que tengas unas felices fiestas de esta tu compañera que tiene que hacer un esfuerzo vital para entrar en la dinámica navideña, la verdad, y encima este año me toca hacer de anfitriona de mi familia. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda para que todos estén a gustito.
      Un abrazo de los gigantes, Isan.

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  7. Excelente y actual. Pues simpatizo con tu personaje del Coronel.

    Se nota aun lleno de energia.

    Y los chicos.... que no sabían NADA del pasado, aprendieron bastante de aquel buen hombre.

    Ciertamente la erupción que ocurrió ha sido noticia mundial.

    y todo en medio de la pandemia.....

    Relato reitero mas que actual.

    Felicitaciones. Me agrada la manera en que narraste cada detalle y dialogo.

    Se aprende de ti

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    1. Gracias, Jose. Yo aprendo de vosotros. Ya vi que escribiste sobre "Deus ex Machina", desde que pueda te leeré.
      Un saludo, compañero.

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  8. Hola, Isabel. Me ha parecido muy bueno tu relato de homenaje a los palmeros y su isla bonita. Me han gustado mucho las voces infantiles; pero destaco sobre ello lo bien estructurados que están los diálogos, dándole mucho dinamismo a esa parte del relato y haciendo avanzar la trama así como ambientando la historia. También me ha parecido muy interesante el personaje del abuelo y su “metamorfosis exterior”. El hecho de que estalle el volcán, transformando el día a día de los palmeros, provoca que su incipiente enfermedad mental pase desapercibida, siendo elogiados y apreciados los valores que aún atesora de su etapa como militar. Aprecio mucho que señales ese momento y ese lugar en tu relato por las dramáticas consecuencias que está teniendo para tus paisanos de La Palma que todos conocemos. Y espero, como vaticinas en tu historia, que pronto vuelva a dormir el dragón por muchos siglos y que deje corretear la vida por sus dominios. Me ha gustado mucho tu relato. Tienes una narrativa excepcional.

    Un abrazo y que pases unas fiestas en compañía de todos tus seres queridos.

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    1. Hola, Carles. Lo primero que hago por la mañana es escuchar las noticias, sobre todo las relativas a la evolución del volcán palmero. Parece que la cosa está en calma ¡ojalá!
      Muchísimas gracias por tus palabras, me alegra que te haya gustado el cuento. Un cariñoso abrazo, compañero.

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  9. Bonito homenaje, los palmeros van ha necesitar mucho apoyo y cualquier muestra de ello es poco.
    Tara, buena historia, me quedo con el ejemplo que supone el abuelo para sus hijos y nietos.
    Un abrazo y Felices Fiestas.

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    1. Muchas gracias, Ángel. Ya vi que escribiste "Sonríes", aún no he tenido tiempo de leerlo, me gusta hacerlo con calma, como os merecéis.
      Felices fiestas también para ti, compañero.

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  10. Un relato entrañable en medio de una desgracia del tamaño de lo que ocurrió /sigue ocurriendo en La Palma. Gran personaje ese abuelo. Nos haces sentir simpatía por la familia y el deseo de que el gigante se calme y dé un respiro definitivo. Me ha gustado mucho, un lindo homenaje a la gente de La Palma.

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    1. Muchísimas gracias, Ana. Eso intentaba, hacer querible al coronel.
      Un abrazo, compañera.

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  11. Un homenaje precioso. Las voces de los niños y sobre todo el personaje del abuelo dan a la historia un tono amable y casi divertido, a medio camino entre el juego y la realidad, que la hacen muy especial. Me ha encantado tu cuento. La naturalidad que consigues al escribir y ese apunte final de esperanza. Un gran relato. Un beso grande, Isabel.

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    1. ¡Qué bueno que te gustara, Marta! Ya lo dije en algún comentario, no me gusta apretar la tragedia demasiado, por eso los toques de humor, para aligerar algo la trama.
      Un cariñoso beso, Marta.

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  12. ¡Hola, Isabel! Un relato inmenso. Me ha gustado mucho como contrastas pasado y presente. Un pasado tan lejano para las generaciones actuales cuyo mayor drama es que no haya Wifi o que su cuenta de followers descienda.
    Un relato que me ha dado por reflexionar si no estamos yendo demasiado rápido y si no estamos pecando de demasiado orgullo como sociedad. Nos estamos creyendo que somos capaces de domesticar la Naturaleza o que la vida puede ser algo que uno puede planificar, medir o controlar. Nos olvidamos que para la Naturaleza no somos nada, que ella se mueve en parámetros de vida y muerte, de creación y destrucción, es un organismo en permanente estado de transformación.
    Y eso es algo que no podemos perder en nuestra forma de percibir lo que significa estar vivo. La vida es caos, es azar, es tragedia y es alegría, es todo eso y gracias a ello, a la respuesta que damos a las distintas situaciones, la manera en la que crecemos como ser humano.
    Jo, vaya rollo me salió, ja, ja, ja...
    Ojalá ese volcán vuelva a dormirse pronto y que este coronel comience a edificar pronto su nuevo hogar. El día de Navidad podría ser una excelente fecha para volver a empezar nuevos retos y una nueva vida. Y, quién sabe, si ese propósito vital haga que ese Alzheimer incipiente también se ponga en retirada. Un fuerte abrazo y Feliz Navidad!

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  13. Inmenso tu comentario, estimado David. Tienes razón en lo que dices en relación con la naturaleza. Hace unos días comentaba con una de mis hermanas mientras íbamos en carretera mirando unas montañas, que ellas, las montañas, estaban ahí desde siempre, antes que nosotros los humanos, y que seguirán estando. Un ejercicio de humildad, y que incluso para las montañas hay fecha de inicio y de caducidad, más aún en estas islas volcánicas que han surgido por el capricho de la naturaleza.
    Ya ves que yo también me enrollo je, je...
    Gracias, David.

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  14. Me encanta el primer parrafo; en una acotación presntas cuatro personajes e identificas quien y que es dentro del cuadro familiar, la protagonista. Una castidad de condensacionindispensable para una microrelatista, aunque esto ko lo sea ni sé si lo practicas mucho. Aún no te he leído tanto.
    El abuelo coronel es un puntazo , para hacer trío con el duo infantil y jugar a la guerra. Además con Alzheimer, para restarle más años al abuelo, por si sun le quedaba algo de ña sensata madurez, y aproximarlo más aún a la infancia. Hasta que se vuelva intratable por la enfermedad, le iría bien la compañía de los niños pero...
    Bueno ahora tiene una "mision", que se preparen los otros nueve.
    Ayer el marido de una compañera del taller de escritura, me habló de la "laureada de.." , de la cual yo no había oído nada nunca. "Ti no has hecho la mili, verdad?", es lo primero que se le ocurrió. Y hoy la oigo otra vez...
    Una amiga recibió también ayer, el primer ejemplar de su libro, aunque ella está contenta voy el resultado.
    Todo son coincidencias.
    Lo de la naturaleza y su incontrolable y menospreciativa atención por nosotros, es muy largo.
    Abrazo y suerte... con el libro, que vendas muchos, ya publicaraàs como conseguirlo

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    1. Hola, Gabiliante. Te cuento que nunca había escrito micros hasta que llegué a Tintero, en él he aprendido cómo hacerlo.
      Sobre lo que me comentas del primer párrafo, el hecho de intentar que los relatos tengan exactamente 900 palabras (es un reto personal), me obliga a recortar y dejar solo lo esencial. Suelo escribir "escupiendo" todo lo que me viene a la cabeza en un primer intento, y luego ya pasó la garlopa y desecho las virutas sobrantes,
      😊(utensilio que se emplea en carpintería para cepillar la madera)
      Sobre el libro... dudo que venda mucho, la verdad, la mayor parte lo leerán familiares y amigos, y con suerte, vosotros.

      Un abrazo, Gabiliante, muchísimas gracias por tu extenso comentario.



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  15. Hola, Isabel. Me ha encantado tu cuento, lleno de intensos y ágiles diálogos, donde confeccionas un estupendo homenaje a La Palma y sus habitantes, a la vez que nos recuerdas el Sáhara. Se entremezclan pequeñas tramas que están perfectamente hiladas y resueltas, en beneficio del mensaje final del cuento. Enhorabuena. Felices fiestas.

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    1. Hola, Mayte. Pues fíjate que pensé que quizás, para solo 900 palabras, eran demasiadas tramas y subtramas que podría hacer perder la atención, como dices, en el mensaje final del cuento, pero estoy contenta finalmente del resultado viendo la acogida que ha tenido.
      Un cariñoso abrazo y que pases unas fiestas estupendas.

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  16. Hola mi tocaya bella , que buen relato y comentario la verdad es que lo están pasando
    mal , y dios quiera que este gobierno les de lo que les prometieron , por que en Lorca todavía hay gente que no a cobrado ninguna ayuda , y es una verdadera lastima que uno que ha estado toda du vida trabajando , ahora se vea sin nada , y tenga que empezar de nuevo , me a gustado mucho tu relato , te deseo una feliz tarde besos de flor.

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    1. ¡¡¡Hola hola Flor!!! Pues ya hace 5 días del parón de la actividad volcánica, ayer domingo cumplió 3 meses de su erupción. Después vendrán las arduas tareas de reconstrucción.
      Gracias Flor, feliz Navidad, compañera.

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  17. Hola, Isabel
    Resulta fácil leerte porque narras con esa capacidad de transmitir verdad. Tu relato es fresco, natural, sin artificios innecesarios para adornar el profundo homenaje que subyace en el texto. Los personajes son creíbles, todos ellos, son cercanos y me parece un acierto haber introducido perfiles infantiles como contrapunto al drama. Los niños siempre destensan.
    Por supuesto el carisma del abuelo es el eje central del relato, que se mete en el bolsillo al lector, a pesar de su debilidad manifiesta por el Generalísimo. Me ha encantado, Isabel. Un abrazo y aprovecho para desearte unas muy felices fiestas desde tierras vascas. Feliz Navidad, compañera

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    1. Hola, Matilde. Te cuento que hace años era más complicada o difícil escribiendo, la fluidez de la que me hablas, la he conseguido siendo más sencilla y adornando menos los relatos, aunque según para que tipo de historias, claro. En fin, en esa estamos todos ¿verdad?, intentando escribir.
      Tu comentario me ha encantado, te centras en los puntos claves, y en el epicentro del abuelo-coronel.
      Feliz Navidad, querida Matilde.

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  18. Hola, Isabel. Una historia familiar , un homenaje a la isla y también a los abuelos.
    Los diálogos hacen que sea muy amena la lectura y el personaje del abuelo da para dos o tres novelas. Me gustó mucho. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Pedro. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo y felices fiestas.

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  19. Hola, Tara. Una lástima que no presentaras tu relato al concurso. Me gusta cómo lo has narrado, con esos diálogos frescos entre hermanos, y esas "riñas" entre padre e hija. La guerra quedó atrás hace mucho; ya es tiempo de perdonarse y luchar juntos por un futuro común.
    Espero que el Cumbre Vieja haya vomitado ya su último aliento de lava. Mucha fuerza a todos los palmeros, sobre todo a aquellos que lo han perdido todo.
    Un abrazo enorme.

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    1. Hola, Bruno, buenas noches. Hasta a mi me costó hacer al coronel querible con esa ideología tan caduca jeje
      El volcán sigue tranquilo, a ver si es cierto que es el final.
      Un abrazo de los grandes.

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  20. Muy bien narrado con el formato de un diáologo ágil, y con coherencia.

    Me ha gustado mucho. Un abrazo, y feliz Navidad

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    1. Muchísimas gracias, Albada. Me alegra que te haya gustado, compañera.
      Otro abrazo para ti y felices fiestas.

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  21. Hola, Tara. Un cuento homenaje a las penurias de tus vecinos. El tono castrense del abuelo le da seriedad a los acontecimientos mientras que los niños, que para eso lo son, le ponen el contrapunto desenfadado. Bueno, como dices en tu nota final, esperemos que acabe de una vez de fumar y se vuelva a dormir. Saludos 🎅🏼🖐🏼

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    1. Hola, JM. A mi también me gustan, en general, los personajes contrastados, sino, menudo aburrimiento :)
      Un saludo, compañero.

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  22. Hola Isabel, nos ofreces una historia muy entrañable, con ese abuelo y toda la familia al frente y los niños con su visión inocente de lo que sucede.
    Por lo que parece la pesadilla del volcán ha terminado, ahora toca reconstruir .
    Un abrazo grande
    Puri

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    1. Hola Puri. Esta vez no puse ningún personaje malvado en el cuento por ser navidad jeje... y ya tengo ganas de escribir otra historia sin tantos buenos.
      Un fuerte abrazo, Puri. Hasta pronto.

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  23. Hola Isabel. Un relato muy bien narrado, escrito sin artificios y que llega hasta los lectores por el sentimiento que destila en todo su conjunto. Me da la impresión de que hay mucho de autobiográfico en él y que te identificarías bastante con la madre narradora, en cuanto a personalidad y forma de ver las cosas. Es un relato de contrastes, la forma de pensar tan diferente del abuelo y su hija, la vejez en contraste con la niñez, el pasado en el que vive anclado el anciano frente a los tiempos modernos, los recuerdos que se pierden bajo la lava al mismo tiempo que los recuerdos del abuelo se pierden con el paso del tiempo... y de fondo el volcán que tan de actualidad está y que tanto daño ha hecho en La Palma. Parece, ahora si, que su silencio ya es definitivo y los palmeros podrán descansar hasta la próxima erupción.
    Que pases unas felices fiestas Isabel. Un abrazo.

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    1. Hola Jorge, acabo de sonreír pensando en la historia iluminada que nos regalaste esta vez.
      Pues no es autobiográfica, para nada, aunque ciertos rasgos de mi personalidad y pensamientos pueden ser similares a los de la madre del cuento.
      El día 25 se da por terminado la erupción oficialmente...¡pero quién sabe!, ¡ojalá sea así!, contra las fuerzas de la naturaleza es difícil luchar.
      Te deseo a ti también unas estupendas fiestas. Un fuerte abrazo, Jorge.

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  24. Un relato con muchas verdades a cuestas y el cómo se prepara la familia ante situaciones impredecibles como una guerra o la erupción de un volcán. Abrazos virtuales desde la distancia mi estimada Isabel. Te deseo una feliz navidad.

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    1. Muchas gracias, Raquel. Yo también te deseo una feliz navidad, estimada compañera de letras, y un cariñoso abrazo.

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    2. Hola, Isabel. Apocalíptica la odisea que vivisteis durante casi 3 meses. Hoy se ha declarado oficialmente extinguido, la Navidad puede con todo.
      ENHORABUENA por tu novela, que vayan bien las ventas, te lo mereces.
      Cuídate, Isabel. Un fuerte abrazo.
      FELIZ NAVIDAD Y BUEN AÑO NUEVO.

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    3. Gracias Paco. No es mal día el 25 de diciembre para celebrar el aparente apagón volcánico; ahora toca resurgir de las cenizas, estoy convencida de que mis paisanos palmeros lo conseguirán, porque son excelentes personas, y forma parte del paisaje humano palmero.
      Felices fiestas, Paco, y un cariñoso abrazo.

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  25. Hola Isabel, al fin te leo, gracias por compartir este relato, una historia entrañable, emotiva e inquietante a la vez con eso del volcán, que espero ya por fin haya encontrado paz en su interior.

    Lo has narrado deliciosamente, cada escena que montas es muy visual y rebosa naturalidad. Hasta te podría servir para escribir una muy buena novela sobre esa familia González, hay material para explotar ahí, cada personaje tiene vida propia, y los niños, a pesar de la poca intervención, se destacan de manera bien marcada y con relevancia. Pablo me encantó, y esa última intervención despidiendo al abuelo, habla de su sabiduría y cariño, a pesar de lo de la seña con el dedo, ja, ja, que es muy propio y natural por su niñez.
    El final donde el abuelo decide quedarse es también acorde con la realidad en estos casos, el viejo capitán nunca abandona el barco, y siempre trata de salvar a sus tripulantes, en fin, que ha sido un gran placer leerte.

    Feliz final de año Isabel y que el 2022 nos trate con amor. Besos.

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    1. Gracias Harolina. Si logro que los lectores vean las escenas, ya para mi es todo un logro y me hace feliz.
      Mucha felicidad para este 2022 y muuuchos besos.

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  26. Hola, Isabel, ganas tenía de encontrar un tiempo a solas, como a mí me gusta, para leer los textos de El Tintero.
    Me ha encantado este relato donde dices tanto en tan pocas palabras y que nos pones la sensibilidad a flor de piel por el tema que tocas. Es de valorar que en el desarrollo haces más hincapié en la solidaridad y colaboración en la reconstrucción que en la desgracia en sí.
    El personaje del abuelo, para quitarse el sombrero. Alguien que pertenece a un pasado no tan lejano en términos históricos, ha quedado completamente desfasado en la sociedad que viven sus nietos; pero ante una tragedia como la del volcán de la Palma, es el que sabe de organización y funcionamiento y su experiencia vivida en anteriores batallas se valora porque sirve para salvar vidas. Algo muy importante a cuestionar a la sociedad de hoy: el tener en cuenta el valor de la experiencia en nuestros mayores en vez de arrinconarlos como "productos caducados".

    Los diálogos hacen que el relato sea fluido y están tan bien logrados que a través de ellos conocemos a los hermanos con sus diferentes característica.

    El papel de la madre, haciendo de puente entre las distinta generaciones, es el nudo que construye familia. No participa de la ideología de su padre, pero el cariño y el respeto que siente por él, con esa preocupación de ser ella la que ahora tiene que cuidarlo, trasciende la pantalla.

    ¡Felicidades, Isabel, y feliz año 2022!

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  27. ¡Qué maravilloso comentario, Pilar!, así da gusto escribir, para que te lean ojos como los tuyos. Gracias. Feliz año para ti también, que haya salú y muuucha literatura.

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